Fernando Eijo, el gran capitán del Frigoríficos del Morrazo, prepara su adiós. El pivote vigués vive la que muy posiblemente será su última temporada en activo y lo hace en una escuadra que ha llegado al parón de la Liga Asobal en uno de los mejores momentos de su historia, después de haber encadenado seis triunfos de forma consecutiva. "Casi seguro será mi último año, así que toca disfrutar", señala. El trasfondo de esta decisión es más personal y profesional que deportiva, toda vez que Eijo continúa siendo un elemento absolutamente fundamental en los sistemas defensivos del Cangas. Eijo aprobó en verano las oposiciones a profesor de Primaria y está a la espera de conocer destino. De hecho este año ya tendría que estar ejerciendo, pero optó por solicitar una prórroga antes de reincorporarse a su puesto de trabajo. Pero al acabar la temporada, tocará iniciar una nueva aventura laboral.
"Compaginar el balonmano con la profesión es muy complicado. Primero porque no sabré el destino que me toca hasta finales de julio o principios de agosto, y luego porque este primer año tendré que hacer tres cursos y no me quedará demasiado tiempo", reflexiona el jugador. Aún sin ser oficial, la decisión está prácticamente cantada y Eijo dejará el balonmano después de una etapa de once campañas en el Frigoríficos del Morrazo. Llegó para jugar en el primer Eurocangas en la campaña 2005-2006 y dejará O Gatañal en el año de su segunda experiencia continental.
Disfrutar es su objetivo, y a juzgar por los resultados del Frigoríficos, seguro que lo está haciendo. Su experiencia le permite hacer un rápido análisis de un equipo que continúa batiendo récords. "El secreto es que llevamos mucho tiempo juntos. Nos conocemos mucho. A principios de temporada todos los equipos tienen dificultades de adaptación y nosotros rotamos el banquillo y podemos pasar de manera inmediata del 6.0 al 3.2.1 o al 4.2", afirma, antes de añadir que "cuando coges una buena racha la confianza se viene arriba y hasta entran bolas que en otro momento no lo harían".
Asume como normal el inicio "dubitativo porque era un calendario complicadísimo" pero enseguida se ha visto a un equipo "cada vez más maduro". Asume que la situación en Liga es muy buena, pero también advierte de que "hay que seguir puntuando, porque a partir de ahora, con los desplazamientos que tenemos por delante, la capacidad de recuperación es menor y todo es más complicado".
Es más, la buena situación clasificatoria y a nivel de puntos permitirá a los de O Morrazo poder afrontar la aventura europea con más alegría que agobios. "Hay que disfrutarlo, pero el problema puede ser que haya lesiones por sobrecarga de esfuerzos, Eso sí, esto es un premio al colectivo del año pasado, que es prácticamente el mismo que éste y vamos a coger ese premio y a ser agradecidos. A disfrutarlo", subraya.
Pero antes de Europa aún tocarán un par de encuentros de la Liga Asobal, el primero de ellos ante el Globalcaja Ciudad Encantada, en Cuenca. "A ver qué tal se nos da porque Cuenca no es una cancha fácil. Es un lugar donde podemos puntuar y a ver cómo sale, porque después será complicado frente al Ademar", afirma el segunda línea de la escuadra morracense. A nivel personal, se encuentra cada vez más cómodo después de un inicio de temporada irregular marcado por los problemas físicos. "Pasarse todo el verano en una biblioteca, acumulando muchas horas, no es lo mejor para la espalda. En agosto tuve muchos problemas y me costó coger tono físico", reconoce. Poco a poco ha ido adquiriéndolo e incluso disfrutando de minutos en ataque. Ahora, su objetivo es "que no vuelva a recaer y en el parón después de la primera vuelta poder hacer una pretemporada en condiciones".
