Asumir la participación en un campeonato de este tipo supone una importante inversión, principalmente para preparar el coche para las dificultades que entraña esta modalidad deportiva. Isaac Rodríguez no quiere calcular el gasto que hay que realizar, básicamente "porque es mejor no pensarlo. Como me decía un amigo, es mejor que no pienses en lo que gastas, porque si no no corres", señala el piloto moañés. La inversión es económica y en tiempo. "Eres consciente de que pierdes muchas horas y de que molestas a la gente para que te ayude, pero ya lo dejé varias veces y al final te hierve la sangre", señala, antes de añadir que "te gusta el ambiente y acabas volviendo".