A pesar de que tan solo llevan un año navegando juntos, Andrés Álvarez (Bueu) y Pablo García (Pontevedra) han conseguido entenderse a la perfección en su barco y el pasado mes de agosto incluso lograron una meritoria medalla de bronce en el Campeonato de Europa de Vela en categoría 420 que se disputó en Bulgaria. Los deportistas fueron recibidos ayer en Vigo por el secretario xeral para o Deporte de la Xunta de Galicia, José Ramón Lete Lasa.

Este mismo verano los regatistas del Club Mar de Aguete sumaron otro éxito deportivo al proclamarse campeones en la Copa Internacional Volvo de 420. Pasadas varias semanas, y tras hacer balance en frío, el buenense Andrés Álvarez reconoce que tanto él como su compañero Pablo García están "muy contentos con los resultados".

La pareja de regatistas dedicó gran parte de la pasada temporada a la preparación de la participación en el Campeonato de Europa, "el gran objetivo". Su presencia en el torneo disputado en Francia, y sobre todo lograr subirse al primer cajón del podio, supuso "un plus de confianza" para afrontar la gran cita del verano: el Europeo de Bulgaria. Álvarez lamenta que el comienzo de la participación en la cita continental "fuese tan flojo, ya que nos condicionó de cara al resultado final".

Tras unas merecidas vacaciones, los dos jóvenes gallegos se encuentran inmersos en la preparación de una nueva temporada. Un año que será peculiar. Los regatistas participarán hasta el próximo mes de diciembre en competiciones de 420 y en enero darán el salto a 470, la disciplina olímpica. Antes de pensar en cotas mayores, el buenense y el pontevedrés acudirán en diciembre a la última gran cita de su categoría actual: el Mundial juvenil que se disputará en Malasia. Los regatistas gallegos ya tienen asegurada su presencia en el país asiático tras lograr la pasada Semana Santa la clasificación en España al terminar en el primer puesto del ranking nacional. Antes de viajar a Malasia, está previsto que en noviembre participen en la Copa de España, de la que se están disputando las regatas clasificatorias en Galicia.

En estos dos compromisos, Andrés y Pablo ya no navegarán con su 420 Pescamar que han decidido vender. Tanto en la Copa como en el Mundial competirán con embarcaciones prestadas. Después, tendrán que buscar el nuevo barco con el que perseguir nuevos retos. A día de hoy, los jóvenes ya entrenan en un barco diferente y les está costando adaptarse. "En el 470 hay más cosas para tocar, más para cambiar en la vela, es más técnico y también tenemos que comprar más material", apunta Álvarez. El regastista tambié n señala el peso como una tarea pendiente y que deben tratar para adaptarse a la categoría olímpica.