Apenas han pasado 24 horas del 1-5 ante el Cerceda y Jacobo Montes se debate entre el dolor por el resultado y la incapacidad para comprenderlo de forma lógica. El técnico del Alondras daba ayer vueltas una y otra vez a lo sucedido sobre el terreno de juego de O Morrazo. "No sigo que su triunfo fuese justo, pero la segunda parte estuvo muy mediatizada", señala. Y es que el preparador no podía sino estar más que satisfecho por la primera media hora de los suyos. "Hicimos un muy buen arranque de partido, pero en dos desgracias encajamos un 0-2 y nos vamos perdiendo al descanso. Creo que fue demasiado premio para sus méritos y demasiado castigo para nosotros", asegura. En este tiempo los locales dispusieron de dos ocasiones a cargo de Diz y Joni, y de un penalti que falló Benja.
"El partido es muy difícil de valorar y analizar, pero lo que está claro es que el acierto lo cambia todo", afirma. Después de los errores locales en la definición llegaron los dos tantos visitantes, ambos precedidos de errores flagrantes de la zaga rojiblanca. "El primero es una cesión de Rubén con el pecho a Lorenzo en la que se adelanta Quintela y el segundo una salida de balón muy clara de Fiuza que se la roban para el 0-2. En 35 minutos nos vemos con ese resultado injusto", relata el preparador alondrista.
Lo que sí asume Montes es que los errores son "riesgos que asumimos por jugar de esta forma". La apuesta por salir con el balón jugado y por la posesión se mantendrá a toda costa, no tanto por una aspiración romántica sino por su efectividad. "Al final de esta temporada los beneficios serán mil veces mayores que los errores", sentencia. Eso sí, sabe que en un momento de la temporada como el actual, en el que las victorias no llegan "todo se magnifica. El 1-5 genera inseguridad en el bloque. Ahora tenemos que intentar ganar el primer partido como sea y crecer con el viento a favor".
Lo más llamativo es que los errores han venido por parte de "hombres con experiencia, de nivel, y eso es algo muy raro. Pero el fútbol es así y estas cosas pasan. Errar es de humanos. Hay que apechugar y quedarnos con la primera media hora. Habrá que trabajar para que ese rendimiento se convierta en 60 minutos y luego en 90 minutos". Lo primero será recuperar el aspecto anímico porque, como reconoce el técnico rojiblanco, "es difícil asumir un 1-5 en un equipo que quiere estar arriba, pero hay que tener los pies en el suelo y hacer borrón y cuenta nueva".
Lo cierto es que el inicio del Alondras lo ha situado en zona de descenso después de haber sumado únicamente dos puntos en las primeras tres jornadas de competición, una dinámica que se quiere invertir cuanto antes. La única buena noticia del choque del domingo fue que los cangueses por fin estrenaron su casillero de goles. Firi fue el encargado de romper la sequía que hasta el momento tenían los de O Morrazo.
