El Celta B se adjudicó la victoria en el Trofeo Concello de Cangas al imponer su mayor calidad para derrotar por 0-1 al Alondras. La escuadra entrenada por Torres Gómez controló el balón y dispuso de más ocasiones ante un cuadro local que mejoró en la recta final con los cambios introducidos por Jacobo Montes, muchos de ellos condicionados por cuestiones laborales. El duelo solo quedó empañado por la pelea protagonizada por Mauro y Luis Rioja, que cruzaron puñetazos después de un lance del juego y se fueron a la caseta antes de tiempo.

Comenzó mandando el filial céltico, que se adueñó del balón ante un Alondras con muchos no habituales en el once inicial. Los celestes explotaban la potencia de Javique en la punta del ataque con dos avisos, uno en una acción en la que apenas disponía de ángulo y otra en un balón profundo en el que se dejó caer cuando se encontraba en buena disposición para anotar. Por parte local Diz probó fortuna poco antes de que en una acción inocente el colegiado del encuentro decretase penalti. Jordan fue el encargado de lanzar y Lorenzo detuvo el balón en una gran intervención.

Poco duraría la alegría rojiblanca ya que en un error defensivo Brais se quedó solo ante el meta alondrista y no perdonó el 0-1. Tuvo el empate Diz en sus botas en una buena acción combinativa, pero se encontró con el meta Ángel, que abortó la posible igualada.

El Celta B cambió su equipo al descanso ante un Alondras que fue ganando consistencia progresivamente. Los celestes se fiaban a las transiciones rápidas y en una de ellas Borja Iglesias se topó con Lorenzo y el poste. Los cambios revitalizaron la zona ofensiva canguesa y, a pesar de la expulsión de Mauro, los alondristas empezaron a pisar área, especialmente con un activo Joni. El punta tuvo una ocasión pintiparada tras un robo de Berros y un pase filtrado por Champi, pero envió el balón alto. Poco después era Berros el que erraba un mano a mano tras pase de Joni. Borja Iglesias perdonó el 0-2 en el 90 y a punto estuvo de costarle caro a los suyos, ya que Joni forzaba una peligrosa falta al borde del área en el descuento. Su disparo, no obstante, se marchó desviado, dejando el duelo con el 0-1 definitivo.