El Rápido de Bouzas se llevó el último partido de pretemporada disputado en el Baltasar Pujales ante el Coruxo. Una vez finalizadas las pruebas, los dos equipos ponen ahora rumbo al inicio del campeonato ante Silva y Atlético Astorga respectivamente.

El derbi vigués de ayer tuvo dos partes muy diferentes. En la primera el juego estuvo igualado, con los dos equipos buscando la portería contraria. El Coruxo dispuso de un par de ocasiones para adelantarse en el marcador, pero siempre se encontró con un Sergio Ríos que se está convirtiendo en uno de los protagonistas de los amistosos de pretemporada.

Los aurinegros abrieron el marcador mediado el primer periodo cuando el colegiado castigó con penalti una acción de Acoidán. Una pena máxima muy dudosa que se encargó de transformar Gabi Misa.

En la segunda parte la decoración cambió totalmente. El Rápido se mostró más ambicioso que un Coruxo que a medida que pasaban los minutos perdía fuerzas y se encerraba en su área tratando de sacar los balones como podía. El equipo entrenado por Jorge Otero se sentía cómodo sobre el terreno de juego, tocando el balón y llegando con cierto peligro al área defendida por Fernando.

Los problemas del Coruxo se acrecentaron cuando el centro del campo dejó de funcionar y al equipo le costaba sacar el balón y, por lo tanto, prácticamente no lograba inquietar a Sergio Ríos.

Rafa Sáez adelantó líneas ordenando una defensa de tres centrales para buscar el empate, pero en una de las contras que tuvo el Rápido sentenció el partido con un segundo tanto a tres minutos para la conclusión. Un Coruxo que acabó el partido con nueve jugadores sobre el terreno en un partido amistoso que acabó con seis amarillas y dos rojas.