El Frigoríficos del Morrazo mantiene vivo su sueño de meterse en competiciones europeas. El conjunto cangués rompió ayer una racha de tres derrotas consecutivas gracias a un sufrido triunfo ante el Ángel Ximénez Puente Genil (29-27) y se mantiene quinto en la clasificación con 32 puntos, a dos de la cuarta plaza que sigue ocupando el Helvetia Anaitasuna. Ayer se vio también favorecido por la derrota de sus dos inmediatos perseguidores, Benidorm y Ademar León.

El Cangas hizo ayer méritos sobrados para llevarse el triunfo en un partido en el que fue por delante casi todo el tiempo y en el que por momentos tuvo que hacer frente a una actuación arbitral que encendió los ánimos de la afición y del banquillo. El otro inconveniente fue la baja de Suso Soliño, con un problema en un costado y que se quedó fuera de la convocatoria. El Puente Genil solo fue capaz de adelantarse en el electrónico en los primeros instantes (0-1 y 1-2). A partir de ese momento el Frigoríficos tomó el mando, en buena parte gracias al acierto de Rubén Soliño desde el punto de siete metros, en el que se está mostrando como un auténtico killer.

El primer tiempo fue un intercambio de goles que propició que las ventajas del Cangas siempre fuesen muy cortas. Llegó a tener una diferencia de tres goles (13-10, min.21), pero tras un tiempo muerto visitante rápidamente quedó reducida a solo un gol. Aún así el Frigoríficos llegó al descanso dos goles arriba (17-15) y con un inicio de segunda parte que se antojaba favorable puesto que en los últimos instantes del primer tiempo los árbitros señalaban una exclusión sobre Melgar y una doble sobre Cuenca.

Los de Pillo intentaron explotar esa superioridad numérica con un arranque fulgurante y llegaron a contar con ventajas de hasta cuatro goles, 21-17 y 22-18. Eran momentos en los que parecía que el Frigoríficos estaba en disposición de asestar el hachazo definitivo al encuentro. Nada más lejos de la realidad. Los árbitros se erigieron en protagonistas, primero con dos exclusiones consecutivas a Eijo y Serafín, y luego con una serie de decisiones muy discutidas. El marcador pasó en pocos instantes de un 22-18 a un 22-22 y con varias ocasiones para que el Puente Genil se pusiese por delante. En ese momento la plantilla del Frigoríficos volvió a demostrar una madurez increíble y gracias al arreón de David García, Adrián Rosales e Iván Amarelle fue capaz de reconducir una situación que se tornaba peligrosa.

Los cangueses recuperaron los dos goles de diferencia e incluso llegaron a los tres (27-24), aunque un nuevo parcial de 0-2 con tantos de Cano y Moya volvió a poner al Puente Genil a solo un gol. El único error desde los siete metros de Rubén Soliño, con un 27-26 en el minuto 54, parecía dar más vida a los cordobeses. Pero fue entonces cuando dos paradas providenciales de Mijuskovic a Chispi y a Cano desde los siete metros -ambos fueron los mejores de su equipo- permitieron al Cangas mantener su ventaja y llegar a los últimos segundos con tranquilidad y con la victoria en el bolsillo.