Una lesión que sufrió el central David García antes de empezar la segunda vuelta de la temporada pasada encendió todas las luces de alarma en el Frigoríficos del Morrazo. Los peores pronósticos apuntaban a una baja prolongada de uno de los jugadores clave en los esquemas de Pillo. "Nos decían que hasta el final de campaña a lo mejor no podía volver. Pero nos hablaron de la posibilidad de emplear la cámara hiperbárica y decidimos probar a ver qué pasaba", contaba ayer el presidente del club, Manuel Camiña. Lo que pasó fue que el jugador buenense se recuperó en un tiempo récord y pudo ayudar al equipo a conseguir la permanencia en Asobal.

La razón hay que buscarla en los beneficios aportados por la cámara hiperbárica. "Lo que se consigue es presurizar el ambiente hasta una presión de 2,4 atmósferas, que permite que en el interior se respire oxígeno puro y se pueda disfrutar de sus beneficios", explica el doctor Jesús Cordeiro, de la Cámara Hiperbárica y Resonancia de Vigo (Civi), en O Castro. Los beneficios a los que alude el médico son fundamentalmente una recuperación más temprana de las lesiones, ya sean de carácter muscular o fracturas. "En el caso de las fracturas abiertas se reduce incluso el riesgo de posibles infecciones", explica Cordeiro, cuya relación con el Balonmán Cangas viene de lejos. "Durante algún tiempo fui médico del club", recuerda.

Esa colaboración se repitió, de nuevo con éxito, esta temporada para intentar recuperar a Ángel Iglesias, con problemas en el tobillo. A partir de ahora esa relación será más asidua ya que el club y la Cámara Hiperbárica de Vigo firmaron ayer un convenio de colaboración para poder beneficiarse de estas instalaciones. La de Vigo, es junto a la de Ferrol, la única de Galicia con capacidad para albergar a catorce personas al mismo tiempo. "Aquí el fármaco es el oxígeno y lo único que hay que hacer es respirar", apunta Jesús Cordeiro. Las sesiones suelen durar alrededor de una hora y una presión de 2,4 atomósferas equivale a encontrarse "a catorce metros de profundidad bajo el mar", explica a modo de ejemplo el médico. Con todo ello, el periodo de recuperación habitual de una lesión puede reducirse incluso a la mitad.

La utilización de las cámaras hiperbáricas para acortar los plazos de recuperación es una alternativa novedosa, pero cada más empleada por los clubes deportivos de élite y es objeto de investigación en algunos de los hospitales más importantes de Estados Unidos, como el Monte Sinaí o el Johns Hopkins.