El entrenador del Cangas respiraba aliviado tras el intenso encuentro. "Llevamos un mes en el que no estamos jugando bien, con mucha gente tocada y Adrián hoy [por ayer] jugó en unas condiciones físicas penosas. Lo único que deseábamos era ganar y poder descansar", explicó. Por eso alabó el esfuerzo y la entrega de los suyos. "Estos jugadores se merecen un monumento", afirmó. Pillo reconocía que los cuatro goles de diferencia del resultado final no reflejan la igualdad del encuentro. "El Cuenca está mejor que nosotros y sabía que íbamos a llegar a un final igualado. Mi temor era que los jugadores no llegasen frescos, pero lo conseguimos". Apuntó como momento crítico la doble inferioridad numérica del minuto 50. "Superar esa situación fue clave y Mile volvió a sacar balones decisivos", manifestó.

"Ahora toca descansar el cuerpo y la cabeza. En la segunda vuelta hay que seguir remando, que todavía no estamos salvados", advierte.