El Frigoríficos del Morrazo dio un paso de gigante en su carrera hacia la permanencia al imponerse a domicilio por 26-27 al Balonmano Aragón en un encuentro que manejó con cierta claridad pero en el que acabó sufriendo. Los de Víctor García, "Pillo", entraron en los últimos tres minutos del duelo con una ventaja de cuatro goles que los locales fueron enjugando hasta caer por la mínima. El Cangas suma ahora 14 puntos y deja la zona de descenso a once, una distancia considerable cuando aún quedan cuatro jornadas para acabar la primera vuelta de competición.

El conjunto cangués comenzó enchufado ante un Aragón que cargaba una y otra vez el juego en los seis metros, donde Asier Antonio y, sobre todo Alberto Val, imponían su superioridad en centímetros para poner en aprietos a la defensa visitante. Era el único resquicio que encontraban los de Demetrio Lozano para mantenerse en el electrónico, a pesar de que Mile Mijuskovic completaba unos buenos primeros minutos. Con todo, el Cangas mantenía el control del partido aunque sus rentas se movían entre uno y dos goles. Solamente en el último minuto estiró un poco la goma el Frigoríficos (11-14) antes de que una acción de Val acabase en un siete metros transformado por Del Valle que dejó el 12-14 al paso por vestuarios.

Con David García, Serafín y Eloy dando muestras de su recuperación, en la segunda mitad el Frigoríficos dio un pequeño estirón para situarse a cuatro goles (16-20, minuto 38). El equipo local pedía tiempo muerto y al regreso del mismo se sucedieron las imprecisiones para que ni uno recortase ni el equipo de Pillo dejase el duelo visto para sentencia. David García hacía estragos y el Frigoríficos disfrutaba de un encuentro con relativa comodidad en el que, aunque los zaragozanos no tiraban la toalla, parecía que no llegarían a amenazar el dominio de una escuadra visitante a la que se veía solvente.

Camas ajustaba el marcador (22-24, minuto 48) pero los de Pillo no le perdían la cara a un duelo que parecían tener ya en el bolsillo (23-27, minuto 57). Y ahí el preparador local ordenó hacer una defensa presionante a toda pista que cortocircuitó a los cangueses. Un par de pérdidas engancharon a un Aragón que creía en la remontada y se ponía a un gol a falta de tan solo 27 segundos. Pero ya no había tiempo para más. El Cangas administró bien la pelota y se acabó llevando dos puntos que pueden ser de oro en sus aspiraciones.