La directiva del Club Balonmán Moaña descartó ayer dimitir después de las quejas expresadas en los últimos días por un sector crítico y tras la reunión celebrada en el salón de plenos del ayuntamiento. El actual presidente, Benjamín Chavert, anunció ayer que durante el mes de julio se celebrará una asamblea general de socios, con toda probabilidad en la segunda quincena, pero en la que no está previsto incluir en el orden del día la renovación de la junta directiva. "No es algo que toque en estos momentos. Este grupo de socios tiene derecho a pedirlo y para ello puede presentar una moción de censura", explica Chavert. La presentación de ese instrumento debe incluir la firma del 25% de los socios del club. Aunque este tema no forme parte del orden del día -en el que se incluirá un balance económico y deportivo-, no significa que los asistentes no puedan abordar esta situación durante el habitual turno de ruegos y preguntas.

El máximo dirigente del club moañés mostró su respeto por las reclamaciones efectuadas por el sector crítico, pero entiende que detrás existe un problema de carácter personal. "Hay una persona que era el vicepresidente de la junta directiva y que fue cesado a principios de temporada", apunta. Al mismo tiempo, también puntualiza algunas de las críticas formuladas por los socios. "No es cierto que no los nuevos estatutos no fuesen aprobados, la Xunta nos los envío firmados la semana pasada", precisa. De igual modo se refirió a la renovación de la junta directiva abordada en la asamblea del mes de marzo. "La Xunta de Galicia nos exigía tener la directiva actualizada y se nombró a un nuevo secretario porque el anterior tuvo que dejar el cargo", manifiesta Benjamín Chavert, que añade que los nuevos estatutos tienen "carácter retroactivo" y que esa directiva tiene por delante un periodo de cuatro años.