Hasta 130 ciclistas participaron, tanto a título individual como representando a algún club gallego, en la XIII Marcha Rías do Morrazo. Un año más, la prueba organizada por el Club Ciclista Cangas recorrió gran parte de la península morracense durante toda la mañana del domingo, dando cita a amantes de los pedales de todas las edades.

Pasadas las 9.00 horas los asistentes -la cifra más alta de los últimos años- emprendieron la marcha desde la explanada de la nave de deportes náuticos, en el centro de Cangas. Circularon por la PO-551 atravesando Moaña y llegando hasta el término municipal de Vilaboa, en donde continuaron por la carretera general hacia Pontevedra.

Uno de los puntos más duros de los 90 kilómetros de recorrido estuvo en la subida desde Marín hasta al mirador de Cotorredondo. Ascendieron por la PO-313 y giraron hacia el monte a la altura de Pardavila. En Cotorredondo realizaron la primera parada, alrededor de las 11.30 horas, con el objetivo de reponer fuerzas y reunir de nuevo a todo el pelotón.

Al retomar la marcha bajaron por Figueirido hasta Vilaboa y emprendieron el camino inverso al de salida por la PO-551, atravesando las parroquias de Domaio y Meira. Sin embargo, la segunda gran subida se produjo en el cruce hasta el mirador de A Fraga. Los ciclistas más expertos mostraron en ese punto lo frescas que llevaban las pierdas tras varias horas de ruta. En A Fraga se produjo la segunda parada antes de regresar al punto de partida, a donde llegaron pasadas las 13.30 horas tras disfrutar durante toda la mañana de las espectaculares vistas de la parte alta de O Morrazo y, sobre todo, de compartir experiencias con otros amantes de la bicicleta.

Los organizadores hicieron entrega de un premio a cada asistente y destacaron la alta participación y la asistencia de clubes de toda la geografía gallega. Las dos ascensiones se consideraron "tramos libres" para que los ciclistas compitiesen entre sí.

Aunque la mayoría de los asistentes tenían licencia federativa, se inscribieron también algunos no federados.

Se entregaron también trofeos al equipo que participó llegando desde más lejos, que fue el Club Ciclista de Carballo.

El premio para el equipo con más participantes recayó sobre el Club Ciclista Lobeira, de Vilagarcía, con 14 asistentes.

Finalmente, el trofeo más emotivo fue el del participante más veterano. Fue para Rodrigo Troncoso (Peña Ciclista Tea), que completó el recorrido a sus 65 años.