Un quinto puesto a solo cuatro puntos de las plazas de fase de ascenso y sin perder su vocación de surtir de jugadores al primer equipo. La temporada del Luceros Cangas ha sido un auténtico éxito de la mano de un Miguel Santorio que se muestra satisfecho con los resultados obtenidos. "Además de los objetivos clasificatorios también ha sido muy importante el hecho de tener un grupo de trabajo fijo y en darle continuidad al equipo", afirma el preparador del filial cangués.

El cambio mental operado en un equipo que había descendido deportivamente la anterior campaña y que estuvo a punto de luchar por el ascenso en ésta es evidente. "Tuvimos un buen comienzo y los resultados fueron llegando", afirma. Pero la clave del éxito está en una confluencia de factores como el papel de los Amarelle, Eloy, Ángel o Pumar. "Marcaron más la diferencia", admite el técnico, que también destaca a otros hombres como al portero Edu Salazar, una de las sorpresas agradables de la campaña. "Estuvo a un nivel espectacular y tiene opciones de estar arriba", señala. Otro que rindió muy bien hasta su lesión fue Fabián. "Cuando lo perdimos fue un golpe muy duro", dice. Jóvenes como Pablo Castro, Joel o alguno más dispusieron de minutos de calidad.

La nota negativa fueron las lesiones. "Nos lastraron muchísimo. La derrota con Ártabro fue decisiva y luego los duelos con Cisne, OAR y Seis do Nadal", sentencia Miguel Santorio.