Es posiblemente el rey de los duelos ante rivales directos en la zona media-baja de la clasificación de Tercera esta temporada. El Alondras certificó este hecho en el partido que disputó el pasado fin de semana ante el Racing Vilalbés, que le sirvió también para asegurar su continuidad un año más en la categoría. "Es cierto que cuando hemos tenido partidos importantes para nuestro futuro los hemos ganado este año", afirma un satisfecho Manolo Tomé.

Y es que en los momentos en los que era necesario el triunfo el cuadro rojiblanco no ha fallado en esta Liga. Lo hizo tras la llegada de Tomé al banquillo sumando cuatro victorias en cinco partidos ante Somozas, Dorneda, Vilalbés y Grixoa. Repitió experiencia en Bertamiráns (0-2) y luego, cuando las bajas y las irregularidad hicieron acto de presencia, los cangueses tuvieron pinceladas de lucidez en los duelos más determinantes, y en todas las ocasiones a domicilio: Bouzas (0-2), Negreira (1-2) y ahora Vilalbés (2-3).

Las cifras arrojan un dato esclarecedor. El Alondras ha sumado 33 de sus 45 puntos ante los últimos nueve clasificados de Tercera. El balance es más que positivo con 10 victorias, tres empates y tan solo tres derrotas en 16 encuentros, ya que aún restan por disputarse el Alondras-Grixoa y el Areas-Alondras. Los de O Morrazo han sumado pleno de puntos ante Negreira, Bertamiráns y Vilalbés y cuatro frente al Bouzas. También han logrado tres con el Dorneda, el Laracha y el Grixoa y solo uno con Areas y Betanzos.

Desde la llegada de Tomé al banquillo cangués los números son espectaculares ante estos rivales, con ocho triunfos, dos empates y una sola derrota, la cosechada hace dos semanas ante el Dorneda. 26 puntos que han resultado fundamentales para asegurar la salvación a falta de dos jornadas para el cierre del telón de la Liga. "Era difícil porque no conocía al equipo, pero cogimos una buena racha y luego nos sobrepusimos a las lesiones", explica el preparador de los de O Morrazo.

Del duelo ante el Vilalbés, Tomé reconoce que su equipo no entró en el partido con la intensidad necesaria. "Salimos dormidos y nos metieron dos goles en apenas cinco minutos. No es muy normal. Luego empezamos a mover la pelota y les hicimos daño, pero les dimos demasiada ventaja al principio", afirma.

Ahora la meta de los cangueses es los 51 puntos, o lo que es lo mismo, ganar los dos últimos partidos ante Grixoa y Areas. "Es importante ganar para poder acabar bien la temporada", subraya el preparador rojiblanco.