En la expedición del Frigoríficos del Morrazo había cierto malestar con la actuación de los colegiados andaluces Casado Fernández y Vera Ávila, que, sobre todo en la recta final del choque, perjudicaron de forma notable en varias acciones a la escuadra canguesa. En concreto las quejas se centran en una inexistente falta en ataque de David García, en una invasión de área de Dani Cerqueira, en un balón que recupera Suso Soliño y se lo dan al rival y en la última exclusión de David García. Pero también se lamentó la excesiva dureza con la que se emplearon los locales, y que no siempre fue castigada como debía. En concreto, se considera que la acción que acabó con Adrián Rosales en el banquillo y que le supuso una exclusión a Sorrentino, pudo haber sido una tarjeta roja.

Por lo demás, Pillo considera que los suyos se hicieron acreedores a un mejor resultado. "Pudimos haber ganado este partido. La primera parte jugamos a gran nivel y debimos habernos marchado al descanso con dos o tres goles de diferencia. En la segunda tampoco jugamos mal", afirma. Los detalles acabaron decidiendo el duelo a favor de un conjunto conquense que estaba en racha en las últimas semanas.

Y en racha también se encuentra el próximo rival cangués, un Villa de Aranda que ha sumado la mitad de sus puntos (8 de 17) en las cinco últimas jornadas, en las que ha sumado cuatro victorias y una sola derrota, por la mínima y ante el Granollers. Los castellanos han salido de la delicada situación en la que se encuentran y vuelven a creer en la permanencia.