Un cierre que impida la visión del terreno de juego desde el exterior. Ésa es la reclamación que hace la directiva del Cruceiro ante la existencia de una zona detrás de una de las porterías (donde está ubicado el colegio) en la que se sitúan aficionados para ver los partidos sin necesidad de abonar entrada. La situación se hizo evidente en el derbi del domingo ante el Moaña. En su momento se solicitó cerrar esa zona pero le fue denegado el permiso.