Cuatro puntos. Eso es lo que necesita el Alondras para certificar de forma virtual su permanencia en la Tercera División esta temporada. O al menos ésos son los cálculos realizados por el entrenador del conjunto rojiblanco, Manolo Tomé, que estima que un triunfo y un empate más darían la tranquilidad definitiva a los suyos. "Con cuatro puntos nos salvamos", afirma.

Con seis partidos por delante para la conclusión de la Liga, Tomé cree que los 42 puntos que sumaría el Alondras si logra cuatro más llegarán para conseguir su objetivo. Eso a pesar de que el técnico asume que además de los cuatro descensos normales se pueden producir dos arrastres más debido a la complicada situación de Coruxo y Celta B en la Segunda División B. La ventaja del equipo cangués sobre la zona de descenso -que marca el Betanzos con 28 puntos- es de diez puntos. Sin embargo, en caso de que los dos cuadros vigueses bajasen, la renta se reduciría hasta los seis puntos que tiene sobre el decimoquinto clasificado, el Laracha.

El preparador moañés admite que su equipo está "en una situación cómoda", pero también advierte que "hay que tener cuidado y no confiarse". Al colchón de puntos que tienen los cangueses se une el hecho de que el calendario parece favorecerles, al menos en opinión de su máximo responsable deportivo. "El calendario es bueno porque aún tenemos que recibir al Grixoa y visitamos al Dorneda, al Vilalbés y al Areas", afirma. Además, el Alondras ha cumplido con creces ante los equipos de la zona baja, frente a los que ha cosechado la práctica totalidad de sus 38 puntos. "Fuera hemos ganado en los campos en que debíamos hacerlo, en Bouzas o en Negreira", señala, añadiendo que "es en casa donde nos está costando más".

Los alondristas vienen de caer ante el líder, el Boiro, en un partido del que Tomé quedó bastante satisfecho. "Jugamos muy bien, de hecho fue de las mejores primeras partes que hicimos, y ante un rival de mucha calidad, que corrió y que se aprovechó de un error que cometimos", apunta, en referencia al discutido penalti cometido por Castilla que sirvió para que los locales anotasen el primer gol del duelo. "Movimos bien la pelota y es cierto que nos hicieron trabajar de lo lindo porque son un equipazo", apunta Tomé, que en cambio echó de menos un poco más de velocidad en la parte de arriba para haber hecho más daño a su rival.

Tras el Boiro los cangueses deberán medirse a otro gallito de la categoría, un Somozas que ha conseguido auparse al segundo puesto gracias a una extraordinaria racha de resultados que lo ha llevado a acumular once jornadas sin conocer la derrota, con ocho victorias y tres empates. A domicilio, la solvencia del Somozas también es probada, como apunta un Tomé que dice de su próximo rival que "es el mejor equipo fuera de casa, con seis victorias y un empate en sus últimas siete salidas. Es un equipo muy fuerte que ha mejorado bastante desde que nos enfrentamos a él en la primera vuelta".