Rotura total de ligamento peroneo astragalino anterior. O dicho de otro modo: el peor de los escenarios posibles en la lesión de tobillo de David García. El central del Frigoríficos del Morrazo conoció ayer de primera mano los resultados de la resonancia magnética a la que fue sometido hace unos días y hoy tiene de nuevo cita con el traumatólogo para determinar cómo será el proceso de recuperación y si será necesario pasar por el quirófano. La noticia de ayer fue un auténtico jarro de agua fría para el buenense, que reconocía que esperaba que el dictamen médico confirmase un esguince. "Supongo que eran sobre todo las ganas y el hecho de que el dolor y la inflamación habían bajado bastante", explicaba ayer.

Una lesión siempre es inoportuna y nunca es bienvenida, pero en este caso la mala suerte se cebó con el central del Cangas ya que se hizo daño en el último entrenamiento antes del partido del Anaitasuna y tras más de mes y medio de parón de la competición. "Si fuese al final de la primera vuelta aún tienes tiempo para recuperarte y para perder pocos partidos", argumenta. No obstante, el central no pierde la esperanza y confía en poder reaparecer para poder echar una mano al equipo antes de que acabe la presente temporada.

Los plazos para su recuperación se podrán conocer hoy con mayor detalle, una vez que el jugador acuda a la consulta del traumatólogo. La primera decisión a tomar es la del tipo de tratamiento a seguir. Las alternativas son dos: pasar por el quirófano o bien optar por una opción más conservadora, que evitaría la cirugía. "Hay que ver los pros y los contras y tendremos que sentarnos el entrenador, el club y yo para ver cuál es la mejor opción", dice David García. Los servicios médicos del club estiman que ante el peor de los escenarios, que sería la intervención quirúrgica, el jugador estaría dos meses de baja, lo que le dejaría cierto margen para intentar regresar a las pistas antes de acabar la temporada.

El central lleva dos semanas en reposo casi absoluto y en los últimos día albergaba esperanzas de que la lesión se quedase sólo en un esguince. "Ahora sí que me siento más fastidiado. Hasta hoy (por ayer) estaba tranquilo porque veía que mejoraba y que me bajaba la inflamación y el dolor", contaba ayer el jugador buenense.

El central, de 24 años de edad, se enfrenta a la que hasta el momento es la lesión más grave de su carrera. La desafortunada acción tuvo lugar durante un entrenamiento y tras un salto en que cayó mal, torciéndose el tobillo izquierdo. "Sentí como un 'trisco' y enseguida se me inflamó la zona", recordaba ayer. En un primer momento por la mente de todos pasó la grave lesión que sufrió durante la pretemporada Hugo Rodríguez, que sufrió una fractura de peroné en una de las primeras sesiones de trabajo de la pretemporada y que le obligó a pasar por el quirófano.