Dureza defensiva y lanzamiento exterior. Ésas son las dos principales armas que posee el Cuenca Ciudad Encantada y que definen a la perfección su filosofía de juego a las órdenes de Zupo Equisoáin.

Sin el talento de Ángel Pérez de Inestrosa, fichado por el Aragón, el potencial ofensivo de los castellano manchegos está focalizado en un elevado tanto por ciento en su lanzamiento exterior, con dos artilleros como Leo Renaud-David y Vladan Lipovina, autores de 50 y 47 goles, respectivamente. Prueba de su importancia y de la libertad que poseen para jugársela es que el 44 por ciento de los disparos a puerta que hace el Cuenca llevan su sello personal. Sorrentino ejerce como central perdiendo rapidez en la circulación de balón y elaboración, pero ganando aún más pólvora en la primera línea. Su juego es sencillo, pero no carece de efectividad. Y Pillo advierte de ello. "La zona defensiva entre 6 y 9 metros debe estar muy protegida porque pueden hacer daño en cualquier momento", dice.

Defensivamente, el Cuenca aporta dureza y centímetros. Sorrentino y Mendoza ejercen de líderes en el centro del irrenunciable 6.0 de Equisoáin, si bien el ex del Cangas Víctor Frade puede dar algún relevo en esa posición. Para los penúltimos están Renaud, Lipovina o Milosevic.