"Para mí éste es el partido de la tranquilidad". Así de claro se expresa el entrenador del Frigoríficos del Morrazo, Víctor García, "Pillo", al analizar el duelo que su equipo disputará mañana ante el Cuenca Ciudad Encantada. "Es un encuentro para asentarse, poder respirar y pensar en el futuro. Nos quedarían otros seis por delante, pero éste es muy importante", afirma. Y es que una hipotética victoria ante la escuadra que dirige Zupo Equisoáin supondría alcanzar los 11 puntos y certificar el objetivo mínimo marcado para la primera vuelta. Todo lo que vendría después sería a mayores, por lo que los partidos se afrontarían con mucha menos presión.

"El de Puente Genil será probablemente el partido más importante de esta fase, pero éste de Cuenca es el que nos va a preparar para todo lo que nos viene en las próximas semanas", señala el técnico de los de O Morrazo. Ganar significaría, además, romper con la racha negativa que le ha llevado al Cangas a perder tres encuentros de forma consecutiva. "Caímos ante Puerto Sagunto, Huesca y Barcelona, algo que puede entrar dentro de la lógica", manifiesta, antes de añadir que el Frigoríficos debe afrontar todas las semanas de competición con idéntica mentalidad. "Lo tenemos claro. Hay que estar al límite en todos los encuentros. Cada partido es una oportunidad de ganar. Y si no lo logramos en una semana, hay que intentarlo en la siguiente o en la otra. No podemos plantearnos tener otra filosofía de competición. Cada partido es una final", sentencia.

El cambio experimentado por la Liga Asobal es considerable. "Hace tres o cuatro años te jugabas las castañas con tu grupo. Tenías entre 10 y 12 partidos claves y el resto los despreciabas. Pero ahora cada sábado es una final en la que tienes que ir a por todas", señala. Salvo el intocable Barcelona, el resto de equipos son ganables, y eso incrementa la competitividad y exigencia a una plantilla que debe dar el do de pecho semana tras semana.

Pillo asume que la acumulación de partidos que espera al Frigoríficos (siete en cuatro semanas y media) va a obligar a echar mano de la profundidad que posee la plantilla y a administrar esfuerzos para mantener a todos los jugadores en las mejores condiciones.