Valladolid y Villa de Aranda marcarán el éxito o fracaso de un Frigoríficos del Morrazo que se juega toda la temporada en los últimos encuentros de Liga después del pinchazo del sábado ante el Puerto Sagunto. El conjunto cangués apuesta por centrarse ya en el futuro más inmediato y no pensar en cábalas de ningún tipo. "Después de la victoria del Octavio y de nuestra derrota la clasificación está mucho más apretada, así que tenemos que ir a por los cuatro puntos", afirma el técnico de los de O Morrazo, Víctor García, "Pillo".

El mensaje del entrenador del Cangas es diáfano. "Hay que recuperar el estilo de juego porque nuestra filosofía no es negociable. Tenemos que retomar ese ritmo y volver a ser el equipo peleón y que no da un balón por perdido", señala. Frente a los levantinos el técnico asume que aunque los suyos se entregaron "nos faltó contundencia. Esa necesidad que tenemos de ganar tiene que notarse en el partido. Y ahora hay que echar el resto".

La reflexión que queda sobre el duelo ante el Puerto Sagunto es la de que el Frigoríficos realizó un mal partido en uno de los peores momentos de la temporada. "Nosotros no defendimos al nivel de otras veces, la portería no estuvo bien y en ataque estuvimos penosos", resume Pillo. La prueba más evidente de ello son las estadísticas, con un Frigoríficos que tuvo únicamente un 47 por ciento de efectividad en el lanzamiento, el peor balance de toda la campaña. "No nos salió nada y Pablo Hernández hizo 19 paradas. Ése es el resumen", afirma el técnico pontevedrés.

Con todo, Pillo no busca excusas y reconoce la superioridad de un rival "que hizo un buen partido en defensa y ataque. Supieron marcar un ritmo muy lento en todo el choque y el arbitraje se lo permitía. Conseguíamos sacar pasivos, pero en ese momento aparecía Milasevic, Serrano o Chispi para marcar. Lo cierto es que fue una derrota sin paliativos".

El técnico admite que tras la victoria en el derbi ante el Octavio y una semana de parón competitivo, su mayor miedo era que el equipo se "desconectase" de la Liga. "Era mi mayor temor, pero entrenamos bien durante toda la semana", señala. El problema fue que el Frigoríficos no pudo afrontar el duelo en las mejores condiciones físicas. "Javi (Santana) llegó fuera de forma porque apenas hizo tres días de portería tras casi tres semanas parado, y David y Adrián estuvieron al ralentí", apunta, antes de añadir que "no influyó lo de Vigo, simplemente hicimos un partido nefasto en el peor momento, porque podíamos haber dado un paso de gigante hacia la permanencia". Ahora, subraya, "hay que ponerse las pilas en los dos partidos que nos quedan y sumar los cuatro puntos".