La relajación en los primeros minutos de partido, y la cantidad de fallos en ataque en oportunidades claras de gol, condenaron ayer al Cruceiro en el último encuentro de liga ante el Salvatierra. Ninguno de los dos equipos que saltaron al campo Javier Guimeráns se jugaba nada, y se notó en el ritmo del partido. Los de O Hío, tras sellar la permanencia en una temporada que empezó fatal y acabó con una segunda vuelta sobresaliente, saltaron al césped relajados. Una pérdida de balón en defensa en el minuto 7 acabó con un pase entre líneas del Salvatierra. Lobo recogió el esférico y aprovechó la media salida del guardameta Hermelo para adelantar a los visitantes.

Poco a poco el conjunto local fue imponiendo su juego y antes del descanso dispusieron de múltiples ocasiones sobre todo en los pies de Róber y de Sito. Ninguna acabó en gol.

Tras el descanso el Cruceiro salió mucho más enchufado y con mayor intensidad. Generó multitud de oportunidades claras para, al menos, igualar el marcador. Pero la suerte no estuvo ayer con los atacantes locales. Cristian mandó la pelota fuera cuando estaba solo ante la portería. Pérez también erró inexplicablemente en un mano a mano con el portero visitante, Marcos.

Cuando los locales apelaban a su último esfuerzo llegó una vaselina de Maikel en tres cuartos de campo, que cogió a Hermelo adelantado y marcó el 0-2. Ahí se acabó el partido.