La junta directiva del Beluso no descarta adoptar medidas legales en caso de que el árbitro del partido ante el Mosteiro no rectifique la redacción del acta. El presidente de la entidad buenense, Eloy Torres, salió ayer a la palestra para criticar el documento, "porque falsea, inventa y no se ajusta a la realidad". La primera acción llevada a cabo por el Beluso ha sido la de remitir un escrito ante la Federación Gallega de Fútbol y el Comité de Árbitros en el que expresa su malestar por el acta y anuncia su intención de tomar medidas si ésta no se rectifica, insinuando la posibilidad de acudir incluso a la justicia ordinaria.

"Lo primero es la imagen y la honorabilidad del Beluso, que es lo que debemos defender", afirma el presidente de la entidad, Eloy Torres, que aclara, eso sí, que "no existe ningún desacuerdo ni con la Federación ni con el Comité de Árbitros, sino con este colegiado en particular". El dirigente reconoce haber entrado en el vestuario del árbitro, "pero acompañado por la Guardia Civil y el presidente del Mosteiro" y también asume haberle llamado mentiroso al trencilla, "pero una vez nos avanzó lo que estaba poniendo en el acta, que no se ajustaba a lo sucedido allí". También subraya que el entrenador, Marcos Torres, "no salió a agredir a nadie" y que en el campo "no entró ningún aficionado del Beluso". Por todo ello solicita un careo federativo con el colegiado para aclarar todo lo acontecido en Meis. "Nosotros asumimos nuestra parte de culpa con la actuación de nuestro portero suplente, pero no se puede permitir la actitud de burla y mofa del colegiado", explica Torres.

La primera medida de protesta la llevará a cabo hoy la plantilla, con una sentada de un minuto en el choque ante el Campolameiro (17 horas, campo de As Laxes).

El entrenador del club, Marcos Torres, también salió al paso de lo reflejado en el acta. Así, sobre su expulsión manifiesta que se produce tras decirle "no le puedes pedir tranquilidad a mi jugador cuando lo están cosiendo a patadas", sin haber entrado al campo con actitud amenazante. En la tangana, el técnico del Beluso asegura que entra al campo "e intento separar a mis jugadores para evitar males mayores".

En el momento en que Santiago Álvarez cae desplomado en la grada, Marcos Torres participa en las primeras maniobras de reanimación y en la segunda crisis del delegado tras recuperarse, "por lo que no podía estar en el campo propinando empujones a todo el mundo como recoge el acta". Cuando está en el círculo central "el árbitro me dice que no puedo estar ahí porque estoy expulsado e insiste en que me vaya o suspendo el partido". Luego el presidente "me dice que la que me está liando el árbitro con la Guardia Civil, les está diciendo que saltaste al campo a agredir a jugadores y aficionados". Al pedirle explicaciones "porque me acusa de algo muy grave" admite haberle llamado "sinvergüenza", "pero en ningún momento lo amenazo".