Con suspense y sufrimiento el Rápido Bahía consolidó ayer sus aspiraciones a ascenso al ganar por tres tantos a dos al Erizana tras remontar en dos ocasiones. Ni que decir tiene que volvieron todos los fantasmas de golpe. El Rápido Bahía estaba obligado a ganar ayer para alejar esos fantasmas, tras varias derrotas que, aunque no hacían peligrar el ascenso, sin estaban dejando un mal sabor de boca entre la afición, que hasta que matemáticamente no tenga el ascenso asegurado no está tranquila.

El resultado se puede considerar justo, a pesar de que el empate a dos en el marcador se logró tras marcar Robert un dudoso penalti que le habían hecho a Hugo. El 3-2 no llegó hasta el minuto 90 y otra vez fue Robert el autor del tanto tras jugada personal. El resultado fue lo mejor del partido. El Rápido Bahía sigue en horas bajas. Se recrea en su torpe juego, sin fluidez y lleno de equivocaciones que para su entrenador no empañan la trayectoria de toda la temporada, aunque reconoce que "no estamos en nuestro mejor momento". También está la cuestión de la relajación. Son muchos los puntos que lleva al siguiente clasificado como para temer por el ascenso. Pero ayer no se vio un partido bonito en San Amaro, sí que hubo intensidad en determinados momentos, pero se perdió el duende de otros partidos.