El Alondras perderá a Pablo Martínez durante seis semanas. Ésa es al menos la previsión que manejan los médicos y que ya le han hecho saber al futbolista del conjunto cangués, lesionado el pasado domingo en una desgraciada acción en el partido ante el Compostela. El periodo de ausencia de los terrenos de juego será el mismo, apunta el propio jugador, independientemente de si se apuesta por la intervención quirúrgica o por un tratamiento conservador para solventar su fractura de la muñeca izquierda. Esta decisión se adoptará el próximo martes en el nuevo reconocimiento médico que se le practicará al jugador alondrista.

"En principio la idea era que me operasen ya, pero los médicos han decidido esperar para ver si va soldando la muñeca y no hace falta intervenir", señala el futbolista desde su domicilio, en donde descansa. Y es que el estado de su muñeca, bastante dañada, aconseja esperar unos días. Martínez todavía no se explica cómo en esa acción pudo haberse causado tanto daño. "Fue un balonazo, una acción normal de un partido. Me dolió un poco en el momento pero tampoco fue un dolor constante y de mucha intensidad. Pero cuando vi la muñeca doblada ya me di cuenta de que la lesión era grave", recuerda. Y añade que "los médicos no se creían que me hubiese hecho esa fractura simplemente con un balonazo, sin caerme ni nada".

Admite que anímicamente el golpe ha sido duro. "Me duele más la moral que la muñeca, pero es lo que hay", afirma el futbolista, que a sus 32 años había sido bastante respetado por las lesiones. "Nunca había tenido nada grave y me ha tocado ahora", asegura el jugador vigués, que lamenta el momento en el que se produce su baja. "Parecía que estaba todo encarrilado en la primera vuelta pero se nos han torcido las cosas. Ahora tampoco estamos teniendo suerte con las bajas", dice. Eso sí, apunta al duelo del sábado, ante el Dorneda, como el decisivo. "Hay que ganar allí porque así ganaríamos mucha tranquilidad", destaca.

Mientras, el nuevo entrenador del Alondras, José Curiel, busca soluciones para tratar de solventar los problemas que tiene en las bandas, con tres de sus cuatro interiores en el dique seco, como son Dieguito, Mauro y Pablo Martínez. La opción de Carlos Campo en banda y la de Denís cobran fuerza como alternativas.