Iván Ares y José Antonio Pintor comenzaron este fin de semana en Lalín la defensa de su corona de la mejor manera posible: Adjudicándose la victoria en el XXIV Rali do Cocido Gran Premio Disiclin, primero de su historia valedero para el Campeonato de España de Rallyes de Asfalto (CERA). La pareja de Ares Racing estuvo acompañada en el podio sito junto al monumento a Loriga por Miguel Ángel Fuster y Nacho Aviñó, y Álvaro Muñiz y Antonio Solórzano, todos ellos a los mandos de sendos Ford Fiesta N5, que fueron segundos y terceros respectivamente. Se trata de la cuarta victoria del piloto de Cambre en tierras dezanas, lo que le permite liderar el campeonato estatal por segundo año consecutivo.

Tras su buena actuación en la primera jornada, Ares siguió ayer pisando a fondo con la llegada del primer tramo convencional. Todo pintaba bien para que el defensor del título se destacara al frente de la clasificación en condiciones de mucha humedad debido a la pertinaz lluvia que acompañó a la carrera dezana. Sin embargo, fue Miguel Fuster el que le plantaba cara en la segunda especial. Sólo unas décimas separaron a los dos pilotos, con un Iago Caamaño que no les perdía de vista sorprendiendo gratamente al volante de su Ford Fiesta R5. El de Benidorm se aprovechaba de los errores de sus rivales para asaltar el liderato tras el tercer tramo. Caamaño era entonces penalizado con 10 segundos por adelantarse en la salida, mientras que Iván Ares no era capaz de frenar el Hyundai en una curva de izquierdas encharcada en el tramo de O Couto. Afortunadamente para el de Cambre, la escapatoria daba directamente a un prado limpio del que, a pesar de que le costaría salir, pudo regresar a la carrera sin grandes daños.

Un nuevo scratch del vigente campeón de España le permitió cerrar el primer bucle a sólo 6,8 segundos de Miguel Fuster, situación que cambiaría en las siguientes pasadas, en los que un trompo del pentacampeón nacional permitiría al único representante de Hyundai tomar delantera en el liderato sobre el nuevo segundo clasificado, Caamaño. A partir de ese momento, Fuster intentó neutralizar la desventaja, pero le resultó imposible poder igualar el alto ritmo impuesto por los dos pilotos gallegos, que fueron aún más rápidos con los tramos en seco.

El final del Rali do Cocido de 2018 se complicó todavía más con el regreso del mal tiempo. Iván Ares se destacaba en el liderato, mientras que, por detrás, la batalla entre Iago Caamaño y Miguel Fuster terminaba con el Ford Fiesta R5 fuera de carrera por abandono. Sería un golpe con una piedra lo que dañaría el radiador de la unidad del piloto de la Escudería Lalín-Deza, teniendo que dejarlo a falta de sólo dos tramos para el final. El incidente puso en franquicia la segunda plaza para Fuster, a más de medio minuto del vigente campeón español, que consiguió de esta forma su cuarto triunfo en la prestigiosa cita dezana con tres coches distintos.

Cara y cruz

Por lo que respecta a los pilotos locales, hubo suerte dispar para las ocho unidades participantes. La cara fue para el tándem formado por Alejandro Reboredo y Verónica Vilaro, que vencieron en la Copa Estatal Trofeo Disiclin a los mandos de su 106 GTi por delante de los también dezanos Gonzalo Val y José Gabriel Pose con su 106. Mientras tanto, Óscar Gallego y José Ángel Fente fueron los mejores locales en la prueba del CERA, con un meritorio noveno puesto a los mandos del Swift Sport, y Javier Guitián y Óscar Soto, decimoquintos con el Fiesta R5, por delante de Álvaro Méndez y David Míguez, en el puesto 21 con su 208 R2. Para Javier Ramos, Óscar Reboredo y el siempre voluntarioso José Manuel Vázquez fue la cruz en forma de abandonos por inoportunas averías mecánicas que terminaron con sus sueños.