Hoy se acaba la cuenta atrás para una edición histórica del Rali do Cocido, la primera puntuable para el Campeonato de España de Rallyes de Asfalto (CERA), que contará con 48 inscritos y 153 kilómetros cronometrados. La prueba organizada por la Escudería Lalín-Deza denominada Gran Premio Disiclin alza el telón durante dos jornadas a un calendario que llega con novedades por parte de la Real Federación Española de Automovilismo, como es una clasificación al más puro estilo del Campeonato de Europa de Rallyes, la figura de los ouvriers, que serán los ojos de los equipos prioritarios minutos antes de que los pilotos salgan a pista para notificarles cualquier cambio que sea importante en las notas, y que el calendario pasa de diez a once pruebas con la posibilidad de descartar dos de los seis resultados en las dos pruebas del campeonato estatal. Además, el rallye dezano espera poder romper todos los récords, empezando por el de aficionados -Iván Ares confía en llegar a los 50.000 espectadores- y terminando con el cartel de "completo" en los distintos hoteles de la zona.

En cuanto a los inscritos, la lista la encabeza Iván Ares y su Hyundai i20 R5, que este año da el salto al equipo oficial y correrá con el apoyo de Hyundai España. El vigente campeón español intentará empezar la temporada como acabó la anterior, y enfrente tendrá otra unidad del i20, en este caso en las manos de Surhayén Pernía, y el Ford Fiesta R5 de Miguel Ángel Fuster como grandes rivales. Además los gallegos Iago Caamaño y Javier Guitián se pondrán a los mandos de dos unidades del Ford Fiesta R5; mientras que los hermanos Burgo serán los grandes ausentes en Lalín y en el resto del CERA de 2018. La categoría N5 tendrá un gran peso en la cita inaugural dezana. Hasta seis equipos han confirmado su participación, comenzando por las dos unidades del Swift R+ de Suzuki Motor Ibérica, pilotadas por Joan Vinyes y Javier Pardo. Sus rivales serán las dos unidades del Renault Clio, desarrolladas por RMC Motorsport, y que estarán pilotadas por Adrián Díaz y Alberto Otero. Además, Álvaro Muñiz debutará con el Ford Fiesta N5 de RaceSeven tras su paso por Abarth y Javier Ramos estrenará el nuevo Volkswagen Polo N5 de ARVidal en el Nacional de Asfalto. Javier Bouza será el único representante de la categoría R3 con el Renault Clio de TRS Racing Team, con el que diputará una temporada más del Trofeo Clio R3T. Mientras que el apartado R2 contará con cuatro equipos inscritos, entre los que se encuentran los Peugeot 208 de Álvaro Méndez y Francisco Dorado y los Ford Fiesta de Iván Vázquez y Tania Martínez. Los modelos de tracción delantera más numerosos serán los Swift Sport N3. La organización de la carrera recordaba que el valor económico de los coches que participan supera el medio millón de euros. Todos realizaron ayer tarde las pertinentes verificaciones técnicas en la explanada del Pontiñas Centro Comercial y de Ocio Gadis.

Seguridad

Álex Moure, responsable de seguridad de la 24 edición del Rali do Cocido, recordaba ayer que "es el momento de plasmar el trabajo de un año" e hizo votos para mantener la prueba en el CERA durante 2019. Moure también señaló que "nunca podremos decir que tenemos demasiada seguridad", pero sí que es uno de los aspectos más fuertes de la carrera dezana. El directivo de Lalín-Deza recordó que este año "se optimizó el recorrido de la prueba haciéndolo más compacto y buscando mayor número de zonas especiales, donde se redobla la seguridad". Álex Moure concluyó diciendo que "seguiremos haciendo de la seguridad una fortaleza del Rali do Cocido", y recordó que no se podrá acceder "ni por salida ni por meta 20 minutos antes de la salida del primer participante, y que una vez que pase el coche 00 nadie podrá desplazarse a pie por el tramo, y todo el mundo deberá estar en un lugar seguro".

Por último, el concejal no adscrito de Lalín, Juan José Cruz, mostraba también ayer su malestar por el estado de algunas de las pistas del rural por donde pasa la prueba.