- ¿Qué motivos lo llevaron a tomar la decisión de retirarse?

- La verdad es que creo que ya llevaba un tiempo prejubilado. Decidí dejarlo porque no estaba contando mucho para el entrenador y se me estaba haciendo complicado ir a entrenar. Al verme fuera también de alguna convocatoria decidí dar el paso. Debo reconocer que mi idea inicial era retirarme en mayo, cuando terminase la temporada. Son ya 36 años y llevo en el primer equipo desde los 17, media vida. Aquí no somos profesionales. Esto implica un sacrificio muy grande y estaba claro que en algún momento tenía que llegar. Asumido eso, creo que era mejor que fuese ya.

- ¿Tenía problemas para entrenar por el trabajo?

- No, nosotros entrenamos ocho horas a la semana y yo por el trabajo iba siete. Faltaba a primera hora del martes pero también, al trabajar en un gimnasio, casi convalidaba esa primera hora de trabajo físico. Podía peder algún día puntual pero como todos. No era eso. Creo que influye un poco todo. Vas perdiendo protagonismo en el equipo y al mismo tiempo por detrás viene la gente joven apretando. Son un cúmulo y una mezcla de cosas.

- ¿Por qué no mantuvo su idea y esperó hasta mayo?

- Llegó un momento en que la cabeza me dijo que parase. Yo me comprometí y quise aguantar pero no pude. Todo pesaba. El verme fuera de la convocatoria y no contar con el entrenador hizo que me fuese poco a poco apagando. Es algo sin embargo que entiendo. Yo también fui entrenador de niños y a veces hay que decidir. Debo respetar la decisión del entrenador. Llegó un momento en que era mejor parar porque no estaba involucrado al cien por cien.

- El tema físico no fue sin embargo un condicionante a pesar de su edad.

- No, para nada. Tengo los típicos problemas que puede tener cualquiera. Nosotros económicamente no, pero por dedicación somos profesionales. Entrenas mucho y duro. Eso hace que siempre tengas los típicos problemas musculares pero nada más. Me paso el día haciendo deporte, así que el factor físico no fue un condicionante. No es justo que esté ahí sin estar involucrado al cien por cien. El club, la categoría y los compañeros no se merecen que esté así.

- Con esta decisión pone punto y final a una vida liga al Balonmán Lalín casi ininterrumpidamente.

- Es cierto. Solo estuve dos temporadas fuera, un año en Porriño y otro en Pontevedra. Fue cuando estuve estudiando en Pontevedra. Fueron seis años y en muchos de ellos venía a entrenar como hacen ahora muchos de mis compañeros. Solo descansé de la carretera esos dos años. A veces hay gente que se va fuera y tiene malas experiencias pero debo reconocer que las mías fueron muy buenas.

- ¿Cuántos años lleva entonces en el primer equipo del Balonmán Lalín?

- Empecé con 17 y tengo 36. Quitando esos dos años esta sería mi temporada 17. Empecé a entrar en el primer equipo cuando era juvenil de segundo año. Desde los ocho años llevo sin embargo en el club. Yo era futbolero apasionado y mi padre también, pero vivíamos al lado del pabellón. Mi padre trabajaba fuera y no me podía llevar al campo de fútbol, que está algo lejos para niños pequeños, así que empecé en el balonmano. Al final pasaba el día en el pabellón y espero seguir pasando muchos años más. Ya veremos en qué faceta. Desconectaré estos meses y después veremos si puedo ayudar al club en alguna función. Entrené muchos años en la base y también me fui formando, soy entrenador nacional. Si el trabajo me lo permite y hay posibilidades me gustaría entrenar, con niños o con lo que haga falta.