El Club Deportivo Lalín deberá esperar por la fumata blanca en su vestuario. Nando Varela, la principal apuesta de la directiva rojinegra para suceder a Manu Cerón al frente del banquillo, seguirá algún tiempo más deshojando la margarita antes de tomar una decisión definitiva. El aspirante a hacerse con las riendas deportivas del conjunto de la Primera Gallega quiere conocer de primera mano la situación actual del proyecto lalinista para hacerse una perfecta composición de lugar de lo se podría encontrar en el caso de que desembarcara de nuevo en el que ha sido el equipo de su vida.

Todo pasa por una conversación pendiente que tienen Nando y Marcos Torres, en la que el mandatario del conjunto del Cortizo espera poder convencer de forma definitiva al exjugador para que empuñe el timón lalinista. Sin embargo, hay dos factores que podrían jugar en contra de la voluntad de los mandatarios del Lalín a la hora de hacerse con los servicios de Nando. El primero de ellos tiene que ver con su trabajo como monitor en la Escola de Fútbol Lalín. Nando también quiere preguntar en la escuela sobre la posibilidad o no de poder compaginar ambos cometidos, algo que a priori parece complicado debido a los horarios. Y el segundo es la reciente paternidad del que fuera centrocampista rojinegro, que aspira a poder pasar más tiempo con su primer hijo.