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Cuando el gol se lleva en la sangre

Jorge Casal es hermano de Álex, capitán del Noia, quien durante cuatro años jugó en el Enredo y el Reale A Estrada

Álex Casal

Jorge Casal nació en Compostela pero recuerda como, siendo solo un niño, pasaba muchas tardes de sábado en el pabellón Coto Ferreiro de A Estrada. El motivo era ver en acción su hermano, Álex Casal, un hombre que formó parte de algunos de los mejores equipos de fútbol sala creados en la villa. Álex integraba una gran generación en la que figuraban jugadores como Marquitos -retirado el pasado verano y quien lo acompañó en su aventura en el Noia-, Nikima -actualmente segundo entrenador del Noia-, Capi, Miguilla, Juáncar, Sesar o José Antonio, entre otros.

El destino quiso que aquel niño que acudía a ver a su hermano en el Enredo y el Reale fuese años después el nueve del Estradense, un equipo en el que ya lleva cinco temporadas. "Él es mejor que yo. Tiene mucho más talento", reconoce Álex con una mezcla de sinceridad y orgullo al hablar de su hermano Jorge. "En realidad el raro de la familia soy yo. Todos son más de fútbol y yo también comencé jugando al fútbol hasta que me llamó el Lobelle", explica al analizar los caminos diferentes que siguieron ambos, uno en el fútbol y otro en el fútbol sala.

A sus 34 años, Álex, capitán del Noia, reconoce que afronta sus últimas temporadas en activo. "De aquel gran equipo que teníamos en A Estrada ya solo quedo yo jugando. Supongo que el día que deje de disfrutar lo dejaré", admite un hombre que recuerda con cariño sus años en el Coto Ferreiro. En el Enredo y en el Reale vivió años dulces, culminados en la temporada 2004-05 cuando se logró el primer ascenso a Segunda B, que no pudo concretarse por falta de dinero.

Álex sigue desde la distancia la gran temporada que está realizando su hermano en el Estradense. Reconoce sin embargo que nunca ha acudido a verlo jugar, una espina que tiene clavada. Destaca además la sintonía de Jorge con A Estrada, en donde juega el fútbol y ahora también trabaja. "Está afincado ahí. Ya solo le queda ponerlo en el DNI", bromea.

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