Dicen los que saben que los equipos ganadores se construyen desde atrás. Dicen otros que también saben de esto que los equipos ganadores son los que marcan un gol más que sus rivales. Entre unos y otros hay un abismo de incomprensión incalificable y solo una certeza, la que muestra la clasificación a final de temporada. El Embutidos Lalinense se mueve en esta dicotomía como un pez que tiene la capacidad de volar y que solo es capaz de pensar en lo bonito que debe ser el fondo abisal.
El equipo de Milucho ha llegado al ecuador de la temporada en el Grupo A de Primera Nacional en la segunda posición, metido de lleno en la lucha por la deseada y añorada fase de ascenso. Lo ha hecho con un juego de ritmo vertiginoso, un juego que bebe de la juventud de sus hombres y del carácter ofensivo de un plantel que disfruta en la locura más que en la contención. Esas características explican en gran medida sus desmesurados números. Los rojinegros son en el ecuador de la temporada el equipo de las ligas nacionales sénior que más goles ha marcado y el equipo que más goles marca por partido.
En quince jornadas los de Milucho han logrado 514 goles, lo que implica una media de 34,27 por partido disputado. Nadie en Asobal, Plata o en las tres divisiones nacionales se acerca a ese registro. El segundo equipo más goleador es el intratable líder de Asobal, el poderoso Barcelona Lassa. A pesar de no conocer la derrota, los de la Ciudad Condal han conseguido 500 goles en los 15 partidos jugadores, 14 menos que los dezanos y con una media por lo tanto de 33,33 por partido. En el tercer peldaño del podio de máximos goleadores estaría el líder del Grupo D de Nacional, el Handbol Sant Quirze, que ha conseguido 499 goles, a uno del Barcelona y con una media de 33,27 por partido.
Una de las curiosidades del gran registro del equipo dirigido por Milucho es que el protagonismo a nivel individual es totalmente coral. Mirando la tabla de máximos goleadores hay que bajar hasta la octava posición para encontrar al primer jugador del equipo lalinense, Ramón, con 77 goles en 13 partidos. El segundo sería Pachi, en el puesto 14 de los goleadores con 73 tantos, y el tercero Porto, en el puesto 27 con 63 dianas. Sus números están sin embargo muy lejos de los 133 goles logrados por Diego Martínez del OAR Coruña.
"Es algo pretendido", reconoce Milucho al analizar este reparto coral de goles. "Nuestro juego se basa en el trabajo colectivo y en la búsqueda de ventajas. En ese juego es muy aleatorio quién marque los goles", afirmó un técnico que considera que el ritmo algo que imponen esta temporada es clave para entender su alto promedio goleador, ya que tienen muchas posesiones por partido. "Corremos mucho y jugamos al límite. Eso tiene sus pros y sus contras", explicó.
Y es que, como el pez que soñaba con ver el fondo del mar, los rojinegros quieren más. "Este juego tiene que ir acompañado por una buena defensa, sino no haces nada", afirmó. "En defensa nos falta algo de contundencia y algo de anticipación. Me está constando más conjugar este equipo en defensa que en ataque", reconoció.
