El Estudiantil salvó ayer un valioso punto en casa ante el Residencia. Este resultado (1-1) sabe a gloria a los de Gelucho, especialmente por la forma de lograrse. Los de San Martiño firmaron un buen partido pero sufrieron para materializar su dominio en goles. No le pasó lo mismo a un Residencia que aprovechó su primera ocasión para ponerse por delante. A partir de ahí los locales se estrellaron contra la defensa rival, hasta que el lateral Jacobo, ya en el descuento, anotó el tanto del empate.

Los estradenses recibían a un rival de la parte baja con la necesidad de ganar para no verse de nuevo cerca de la zona peligrosa y asumieron el mando desde el inicio. Los locales apostaron por un juego combinativo y, aunque tuvieron problemas para decidir en los metros finales, gozaron de ocasiones, como en un tiro de Roi que se fue fuera tras esquivar al portero o un disparo desde la frontal de Brais Calvo. El Residencia sin embargo aprovechó una contra para marcar el primer tanto. Un balón largo para Mauro terminó en un buen pase para que Martín batiese a Jose.

Con el partido en desventaja, el Estudiantil se volcó todavía más sobre la meta rival, en muchas ocasiones con largas posesiones que morían siempre ante la ordenada y cada vez más cerrada defensa rival. La mejor oportunidad fue para Carabán, en un saque de córner que remató fuera en una clara posición para marcar.

El partido se terminó de romper en el minuto 78 con la expulsión de Yeray por doble amarilla. Los locales se volcaron y Iago pudo sentenciar a la contra con un disparo que estrelló en el larguero. Jacobo, en el tiempo de prolongación, terminaría colocando la igualada al rematar en el segundo palo un centro lateral.