El Bandeira anunció esta semana que esta temporada contará con un nuevo equipo de categorías inferiores, los biberones, que participarán en la competición comarcal que se celebra a final de curso. Se trata de un paso más para una entidad que esta temporada disfruta por primera vez desde hace décadas de una base en la que asentarse y con la que poder pensar en un futuro. El último vestigio de la cantera del Bandeira murió hace unos años con la desaparición de su equipo juvenil. Desde ese momento solo quedaron su equipo sénior, que cada temporada se ve obligado a buscar jugadores por la zona para reforzarse, y los veteranos. De una temporada para otra, algo cambió y su presidente, José Gómez "Juse", sabe bien qué es, la escisión en la Escola de Fútbol de Silleda.
La tendencia del Bandeira va sin duda contra natura. En los últimos años la tendencia del fútbol base ha sido la unificación, principalmente al amparo de escuelas que cuenta con respaldo municipal y en las que pueden disponen de buenas instalaciones. Esas canteras escapan también en muchos casos del control de los equipos sénior, centrándose únicamente en el trabajo de base. En esta dirección se movía el fútbol de cantera en Silleda, en donde la escuela municipal ha ido aglutinando en Outeiriño todos los equipos de base. El resurgir de la cantera del Bandeira viene precisamente, y según explica su presidente, por los problemas que tuvo el pasado verano la Escola de Fútbol de Silleda.
Las elecciones a la presidencia crearon una escisión y un nutrido grupo de jugadores decidió dejar la escuela. Tras analizar varias opciones, llamaron a la puertas del Bandeira, en donde encontraron un buen espacio para asentarse y, si todo marcha bien, en el que crecer. El modesto Bandeira se vio de un día para otro con una cantera que supera las sesenta fichas, lo que, sumadas a las cincuenta de sus equipos sénior, los deja con más de un centenar de jugadores. Juse explica que incluso se pudieron crear más equipos teniendo en cuenta el número de jugadores que se interesaron por fichar por el Bandeira, pero el escaso margen para inscribir los equipos en la federación se lo impidió.
Finalmente cuentan con un prometedor juvenil, dirigido por Lolo Alvarellos y con 23 jugadores; benjamines y prebenjamines, ambos entrenados por Diego Gálvez; y un biberón, dirigido por Diego Jorge Peña. Juse reconoce que el apoyo de los padres fue clave para poner todo en marcha, ya que fue necesario buscar más patrocinadores, además de reformar y reforzar toda su estructura. El dirigente explica que su objetivo ahora es intentar que este proyecto de cantera se consolide y se prolongue en el futuro con nuevos equipos. Para ello considera importante el nuevo campo de hierba sintética que estrenarán la próxima temporada. "El futuro de un equipo es la base. Si no a tienes estás condenado a desaparecer", afirma.
