El Irmandinhos A Estrada masculino ha iniciado la temporada con fuerza. El equipo estradense comanda la Liga Gallega en un bonito mano a mano con el Estrela Vermelha, mientras su segundo equipo, el Braithreachas, sirve como punto de adaptación a este deporte un paso por detrás. Las armas del equipo de A Estrada para luchar por el título son casi las mismas que lo llevaron al triunfo la pasada temporada. En sus filas destacan sin embargo tres jugadores venidos de muy lejos y que, por uno u otro motivo, han encontrado su punto de destino en el Irmandinhos.

Los estradenses cuentan esta temporada con un irlandés, un estadounidense y un inglés en sus filas. El primero de ellos es un viejo conocido, Jerry Holmes. El jugador irlandés vino a Galicia enviado por la federación de su país para "enseñar" a los recién nacidos clubes gallegos a jugar este deporte y asesorarlos en sus primeros pasos. Holmes sin embargo terminó encontrando en tierras gallegas un nuevo hogar. Varios años después, el jugador trabaja en un colegio de la zona como profesor de inglés y gimnasia. A nivel deportivo, el irlandés tuvo que escoger entre los diferentes equipos que le abrieron sus puertas tras decidir quedarse en Galicia, decantándose finalmente por el Irmandinhos. El jugador, natural del condado de Kildare, es una pieza fundamental para los estradenses, pudiendo jugar en cualquier posición y aportando sus conocimientos sobre el fútbol gaélico.

Holmes tiene gran parte de culpa en la incorporación, esta temporada, de los otros dos jugadores foráneos del equipo. Un de ellos es Matthew Stephen. En su Tennessee natal practicaba el lacrosse pero el jugador nacido hace 22 años jamás había probado el fútbol gaélico hasta aterrizar en Galicia. Lo hizo para convertirse en profesor de inglés en un colegio de la Pobra do Caramiñal.

Un caso similar es el de James David Adamson. El jugador inglés nacido en Sunderland hace treinta años no había tenido ningún contacto con el fútbol gaélico hasta vestir la camiseta de los Irmandinhos. En su caso también trabaja en Galicia como profesor de inglés. Lo hace en una academia ubicada en la capital de Galicia.

Holmes fue el encargado de convencer a sus dos amigos para que se enrolasen en las filas del equipo estradense, donde destacan por aportación física, pudiendo adaptarse a diferentes posiciones.