El Basketdeza cadete femenino se enfrentó en la mañana de ayer al Compañía de María, un choque disputado en el Pabellón Municipal de Lalín que terminó con una clara victoria para el conjunto compostelano (16-67). Tras el encuentro, el equipo y la afición visitante requirieron la presencia policial para abandonar el Municipal al recibir insultos por parte de las jugadoras dezanas.

Según informaron ayer desde la Agencia EFE, las jugadoras del equipo compostelano recibieron insultos en ocasiones obscenos y amenazas por parte del equipo lalinense, de las propias jugadoras y de parte del público asistente. La entrenadora del equipo visitante tuvo entonces que reclamar la presencia de la Policía Local ante el temor de que los insultos y amenazas pasasen a agresiones al final del encuentro.

Tras conocerse los hechos, las redes sociales se incendiaron para criticar el comportamiento del cuadro técnico local y de sus jugadoras, que también lanzaron todo tipo de improperios a las madres y padres de las jóvenes jugadoras del Compañía de María que habían acompañado a sus hijas a Lalín. "Increíble, vergonzoso, la Federación tiene que intervenir ante el comportamiento de este tipo de clubes" o "Muy triste, esos no son los valores", fueron algunos de los mensajes que corrieron por la red.

Desde la Agencia EFE recordaron que el comportamiento como anfitrión del equipo lalinense hizo recordar comportamientos reprobables ocurridos hace pocos meses en campos de fútbol base y cuyas imágenes recibieron críticas generalizadas.

Desde el Basketdeza por su parte se mostraron sorprendidos tras conocer la versión sobre lo sucedido dada por el Compañía de María y negaron tajantemente que las jugadoras del equipo visitante viesen peligrar su integridad. El club dezano tenía previsto ponerse en contacto con la directiva del equipo compostelano para pedir explicaciones sobre lo sucedido, ya que entienden que la presencia policial estuvo totalmente injustificada. Reconocen insultos por parte de sus jugadoras a las rivales tras la abultada derrota pero señalaron que no fueron más allá de un enfado momentáneo de sus jóvenes jugadoras cadetes. En la grada, destacaron que solo había unas pocas madres, siendo mucho más nutrida la expedición de aficionados visitantes.