El Obradoiro Silleda conoció ayer el que será su nuevo hogar, el pabellón César Fares de Silleda, y lo hizo de la mejor manera posible, con un importante triunfo ante el Culleredo. Los de Oriol Junyent impusieron su mayor ritmo de juego ante un rival que jugó con solo siete jugadores. La intensidad del nuevo equipo silledense, con una rotación mucho más amplia, les permitió llegar al último cuarto mucho más enteros. En ese momento lograron una renta favorable que se movió entre los ocho y los diez puntos. Esa ventaja se mantendría hasta el final del choque.

Tras el encuentro, Oriol Junyent valoró positivamente el trabajo de su equipo y la "táctica de desgaste" por la que apostaron para hacer daño a su rival. "Ellos tuvieron a varios jugadores por encima de los treinta minutos. Nosotros apostamos por la intensidad y por presionar mucho para desgastarlos y salió bien", afirmó. El técnico también se mostró contento por los numerosos aficionados que acudieron. "Todo salió perfecto", sentenció.