Si Andy Warhol sostenía que todos deberíamos tener nuestros 15 minutos de gloria, el pivote del Lalinense, Toño, cumplió esa premisa con creces el pasado sábado en el Arena consiguiendo el tanto de la victoria con el tiempo cumplido. Toño analizaba ayer para FARO DE VIGO lo sucedido ante el Bueu.

- ¿Cómo recuerda esa última jornada del encuentro?

- Son cosas que pasan muy rápido, en el momento, y no te acuerdas mucho de cómo fue. Yo vi venir a Román, pensé que iba a tirar él, y al final me cayó el balón a mi.

- Para alguien que no juega demasiado debe ser muy especial levantar a la afición de sus asientos.

- Por supuesto, por cosas así te sientes valorado en el equipo, y eso está muy bien, desde luego.

- ¿Qué nota le pondría a su actuación frente al Bueu en la última jornada del campeonato?

- La verdad es que bien. Hay que tener en cuenta de que también entrenamos duro para que los resultados salgan adelante, independientemente de que juegues o no. Yo me vi bien, aunque algunos lanzamientos se marcharon fuera.

- Sabiendo que iba a jugar, ¿cómo afrontó el hecho de tener que hacerlo como pivote del equipo?

- No te queda otra que mentalizarte de que vas a jugar. En este caso fui yo, pero también pudo haber sido Losón perfectamente. Si tengo que ser sincero no tenía demasiado presión encima, salvo por los compañeros, pero es normal.

- ¿Cuál fue la consigna de Milucho antes del encuentro?

- El entrenador me trató igual que al resto, y lo que hubo fue la habitual charla general. En particular no hubo nada en especial.

- ¿Se jugará este año la tan ansiada fase de ascenso con el Lalinense de Milucho?

- Desde luego, no puedes pretender ganar todos los partidos de 20. Creo que será como el año pasado, en general, y Dios quiera que podamos disputarla por fin.