- ¿Qué sensaciones le deja esta Volta a Portugal y ese quinto puesto final?

- Quizás me quedó un poco de sabor agridulce, especialmente por la etapa del alto do Viso. Me quedó la pena de no estar en ese grupo de delante. Si no fuese por ese día creo que podía terminar en el podio. Son etapas que hacen diferencias y esta ocasión la diferencia fue en mi contra. A partir de ahí tuve que correr con esa desventaja. Nocentini quedó como primer líder y me tocó trabajar para él. Hice todo lo que tenía que hacer así que estoy satisfecho.

- Empezando por el principio, llevaba bien a esta Volta a Portugal y lo demostró con un segundo puesto en el prólogo, algo que, a pesar de ser buen contrarrelojista, nunca se le dio especialmente bien al ser una distancia demasiado corta.

- Sí, pero este prólogo era diferente al de otros años porque solo tenía una curva. De hecho en esa curva fue donde perdí el tiempo con respecto al ganador. Los corredores más técnicos toman ese tipo de curvas muy bien. El resto del prólogo fue de fuerza y de ir dando pedales. Es cierto que a lo mejor no contaba terminar tan arriba pero sí confiaba en hacer un buen prólogo. Al final me coloqué segundo. Fue una pena la etapa de Setúbal, si llega a haber un poco más de entendimiento me pude haber puesto la camisa amarilla. También habría sido algo bonito.

- Un momento clave en esta Volta a Portugal para usted fue la caída. ¿Qué pasó exactamente?

- Fue una caída cerca de meta, donde ya me cogía la regla de los últimos tres kilómetros. Cayó un ciclista justo delante de mí y yo salte por los aires. Caí justo encima del manillar de otro ciclista. En el momento no noté nada especial. Tenía las típicas abrasiones en las piernas pero en el momento no me molestó mucho más que el impacto. Al día siguiente tampoco fue una cosa que me doliese mucho. Solo tenía una pequeña molestia. Sin embargo, al bajar Nosa Señora da Graça ya empecé a ver las estrellas. En ese momento hablé con el médico del equipo y le dije que teníamos que mirarlo porque incluso me costaba respirar. Cuando llegó el día de descanso aprovechamos para ir a hacer una placa y ya salió que era una fisura. Fuimos tratando el dolor como pudimos a base de analgésicos.

- Consiguió sin embargo aguantar el tipo en el inicio de la montaña a pesar de esos problemas.

- Sí, aunque la verdad es que sufrí mucho. Cuando vas haciendo un esfuerzo normal, digamos a un cincuenta por ciento, tenía una pequeña molestia, pero cuando iba a tope tenía que bajar un diez por ciento para que no me doliese tanto.

- A partir de ahí perdió todas las opciones de pelear por la victoria en la Volta.

- Sí, perdí todas las opciones en la etapa de Fafe. A partir de ahí quedé descartado para liderar al equipo, algo que quedó en manos de Nocentini.

- Pasó a ser un gregario pero se toparon con un Porto que se mostró en todo momento intratable.

- Sí, la verdad es que ellos ganaron y estuvieron mucho más fuertes que nosotros. Tenían tres o cuatro bazas que podían terminar entre los diez primeros. Eso es síntoma de que tenían un gran equipo.

- ¿Contaban con Alarcón desde el inicio o les sorprendió la Volta que realizó el español?

- Sabíamos que ellos iban a jugar varias bazas y Alarcón era una de ellas. Nosotros sin embargo tuvimos varios contratiempos que nos impidieron contar con todas nuestras bazas. No pudimos contar con Joni Brandao y con David Livramento por diferentes lesiones. Si llegan a estar creo que iban a cambiar mucho las cosas. Figueiredo también se nos cayó dos o tres veces y finalmente se tuvo que bajar. Estamos hablando de tres hombres importantes, que podían estar arriba. Eso nos habría puesto a su altura. Sin ellos tuvimos que jugar de otra manera. Nuestro planteamiento fue más a defender que a atacar.