El Arenteiro estuvo arropado en A Estrada por un gran número de aficionados. Desde el primer momento dejaron clara su presencia en San Martiño, pareciendo en muchas ocasiones que era los de Carballiño lo que jugaban como locales. La afición visitante protestó airadamente muchas de las decisiones de los colegiados y la tomaron especialmente con Stefan, quien terminó expulsado. En el tramo final del partido, una fuerte entrada de Copa para cortar con una contra terminó por destapar las iras de los visitantes, que reclamaban una expulsión. Esto motivó una discusión entre ambas aficiones que finalizó cuando la Guardia Civil subió a la grada.