Los prolegómenos del Rali do Cocido estuvieron marcados por la inesperada polémica entre las federaciones gallega y española de automovilismo. Horas antes del inicio de la prueba, la asesoría jurídica del organismo presidido por Iván Corral se descolgó con un sorprendente comunicado en el que anunciaba la proposición a sus órganos de gobierno de "no admitir en el futuro ninguna preinspección de pruebas estatales coincidentes con los campeonatos de Galicia de automovilismo". El comunicado aludía a la "imposición de un piloto (Joan Vinyes) con el número 1 en una prueba que no puntúa para el Nacional, siendo preinspección y sólo puntuable para el Campeonato Gallego de Rallyes de 2017".

Por su parte, el piloto andorrano aludido en el escrito de la federación gallega manifestaba ayer antes del rali dezano que "yo soy piloto, me gusta este deporte y tampoco se le tiene que dar importancia a estas chorradas". Joan Vinyes calificó el asunto como una asunto "de un patio de colegio de niños de 4 años, que se pelean por una cosa u otra, y yo no quiero entrar en esto porque estoy encantado de estar aquí en Lalín y en Silleda".