El estradense Miguel Otero lleva tiempo en la élite gallega. En su paso por las diferentes categorías inferiores, el ahora corredor de Club Deportivo San Paio ha ido conquistando títulos a nivel autonómico, mientras iba puliendo su forma de correr y buscando su mejor "campo de batalla". A sus veinte años, Otero ha dejado de ser la promesa que era para meterse de lleno entre los mayores. Al estradense le sigue quedando la espina clavada de los Campeonatos de España en los que rozó la medalla pero, a la hora de dar el paso definitivo hacia la madurez deportiva, afronta con ilusión nuevas cotas deportivas y gestas que conseguir.

El necesario paso adelante en su evolución obtuvo el pasado domingo su primer gran premio. El estradense llevaba varias semanas de lucha infructuosa contra el crono. Su meta era conseguir la marca mínima para poder estar en el Campeonato de España de Pista Cubierta dentro de la prueba de los 800 metros y los primeros intentos no salieron como esperaba. Carreras lentas y la necesaria aclimatación a principio de temporada lo dejaron en tres ocasiones por debajo del crono necesario.

Esos intentos dejaron al estradense sin margen de error a solo una semana del campeonato nacional. Otero acudía el pasado sábado al Campeonato Gallego Absoluto y Promesa con mucho que decidir y con la marca de 1'55'' como referente. El resultado de este cara o cruz final no pudo ser mejor para el atleta del Club Deportivo San Paio. El estradense consiguió la mínima para acudir el próximo fin de semana a Madrid para disputar en Nacional Promesa pero además se llevó el triunfo en el campeonato autonómico, tanto en categoría Promesa como en Absoluto. "Estaba entrenando bien. Quería ganar y conseguir la mínima. Era mi última oportunidad así que salí a tirar desde el principio y terminó saliendo bien", explicaba ayer el corredor del San Paio.

Otero recordó que el año pasado estuvo cerca de conseguir el título de campeón gallego en el 800 absoluto, situándose finalmente en el segundo peldaño del podio. En esta ocasión sin embargo supone un triunfo por partida doble. "Fue un fin de semana perfecto. Llevo yendo a los nacionales desde que era cadete hasta ahora que soy promesa. Estoy contento de poder ir este año otra vez", apuntó al tiempo que destacó que acudirá sin presión a la cita de la capital de España. "Iré a correr al máximo que pueda. En promesa hay grandes rivales y será complicado", afirmó un hombre cuya meta a largo plazo sigue siendo bajar su marca personal hasta el 1'54''.

Otero, que el domingo también ayudó a su equipo, el San Paio, en el Campeonato Gallego de Cross, reconoce que finalmente se ha asentado en la prueba de los 800 metros, dejando de lado el 1.500. "Es la prueba que más me gusta y también en la que mejor me defiendo, así que cada vez me estoy especializando más en ella", explica un hombre que este año también ejerce como entrenador de las escuelas del San Paio.