El Mimela-Inversia A Estrada Futsal ha alcanzado el ecuador de la competición en Tercera División metido una vez más entre los mejores. Los estradenses marchan terceros, con tres puntos menos que el líder, el Sala Ourense, y a uno del segundo, el Pazos de Borbén. Esta posición no sorprende viendo el equipo que ha logrado conformar el club del Coto Ferreiro ni analizando su trayectoria en las últimas temporadas. Sin embargo, resulta llamativa teniendo en cuenta que hace siete jornadas los de Sesar marchaban en la zona media-baja de la clasificación con tres derrotas y dos victorias en los primeros cinco partidos.

El Mimela-Inversia supo sin embargo despertar a tiempo. Siete victorias consecutivas les han permitido meterse de nuevo arriba. Los tropiezos de algunos de sus rivales directos terminaron de conformar una remontada que ahora esperan utilizar en su provecho. Asimilados los errores y modificada la dinámica, los estradenses confían en ser un equipo más fuerte que al inicio de temporada, capaz de dar un paso decidido en la lucha por el título de campeón.

Varios factores justifican su mal inicio de temporada y también su despertar. A los de Sesar les costó tomar el pulso a la competición. Con un equipo llamado a estar arriba estuvieron por debajo de su nivel habitual, dando muchas concesiones defensivas e incluso olvidando una de sus mejores virtudes, la intensidad de juego y la lucha. Sus actuaciones incluso les valieron las críticas de su técnico, que demandó más sacrificio públicamente a sus jugadores.

Otro factor en su contra fue un calendario caprichoso. En los cinco primeros partidos los estradenses se midieron a los dos equipos que actualmente ocupan las dos primeras posiciones y perdieron. Además, visitaron la pista de un Vilalba que siempre se les atraganta. No era un comienzo fácil y los de Sesar cayeron de lleno en la trampa.

Tras la derrota ante el Sala Ourense, el equipo estradense tocó fondo y llegaron los cambios, tanto de sistema como de mentalidad. El equipo se olvidó del ascenso y comenzó a pensar partido a partido. Se introdujeron nuevas ideas de juego, al tiempo que se trabajó con jugadores claves para que alcanzasen su mejor estado de forma. Tras superar los partidos a vida o muerte contra Coruxo y Bueu, cuarto y quinto, la mentalidad del equipo cambió. Los estradenses recuperaron su esencia y pasaron sobre sus cinco siguientes rivales como un rodillo. Con un calendario más asequible, el Mimela-Inversia aprovechó para ir recortando diferencias con la cabeza poco a poco para verse de nuevo cara a cara con los mejores al inicio de la segunda vuelta.

El futuro del equipo pasa ahora por no volver a fallar en el mismo tramo del calendario. A los de Sesar les aguardan partidos claves contra los dos primeros que pondrán a prueba su recuperación. Del resultado de esos partidos puede depender su futuro a largo plazo.