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fútbol - Primera Autonómica

Malestar en jugadores del CD Lalín por el impago de nóminas de la pasada temporada

El Club Deportivo Lalín trata de curar sus heridas en una dura temporada en Primera Autonómica. Los rojinegros no han comenzado con buen pie pero poco a poco han ido cogiendo el pulso a la categoría, situándose en una cómoda zona media. El club del Cortizo sin embargo todavía no ha conseguido dejar atrás su pasado y la herencia de la complicada temporada 2015-16, que terminó con su primer descenso a Primera y la marcha de la junta gestora.

Dicha gestora, encabezada por José Antonio González, dejó el club en manos del cura Marcos Torres y lo hizo reconociendo una deuda con los jugadores. Las nóminas de los últimos tres meses esperaban irse pagando con algunos ingresos pendientes. En su día sin embargo separaron esta deuda del nuevo proyecto iniciado por Torres para que este pudiese empezar su aventura sin cargas.

Varios meses después de aquel traspaso de poderes, jugadores de la temporada pasada han mostrado su malestar con la anterior gestora, ya que no ha abonado las nóminas pendientes y ha anunciado que no lo podrá hacer en su totalidad. Tras percibir una subvención pendiente, dicha directiva ha ido pagando algunas de las nóminas, dejando otras sin abonar. Muchos de los jugadores han dado por bueno este pago, dando por zanjada su deuda con el club a pesar de perder dinero. Otros sin embargo no lo han visto bien. En este grupo se encontrarían jugadores a los que la gestora ha decidido no abonar ningún salario.

Según explicó ayer el propio González tras las críticas de los jugadores, "algunos de ellos tuvieron una actitud bastante denigrante" y recordó su falta de profesionalidad en un duro momento en el que el equipo luchaba por no bajar a Primera. Por contra, el dirigente mostró su compromiso con aquellos jugadores "que estuvieron hasta el final" y que "en todo momento dieron la cara".

El exresponsable de la gestora recordó además que los jugadores estaban al tanto de estos problemas económicos. "Sabían que íbamos a llegar muy justos y se lo comentamos a todos en el vestuario. Les abrimos las puertas a aquellos que se quisiesen marchar", manifestó.

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