"Toca ponerme las pilas", explicó García Eiras al analizar los próximos meses de lucha por llegar al Mundial. La jugadora lalinense lleva dos años de retiro en los que ha perdido varios kilos, por lo que reconoce que no está en su mejor forma física. A pesar de ese condicionante y de la necesidad de afrontar una puesta a punto casi contrarreloj, la pilier del Coreti explicó que las sensaciones en los primeros entrenamientos y partidos han sido mejores de lo esperado.

Además, para ayudarla en su puesta a punto, se ha puesto en manos del entrenador dezano Alberto Mouriño. El exjugador del Balonmán Lalín le está dando "mucha caña" en su preparación. "Me dijo que puedo llegar en muy buenas condiciones si sigo a este ritmo", manifestó la jugadora.