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Secundino Soto Pérez: "La forma de tratar a los árbitros ha mejorado mucho en los últimos años"

Cumple diez años al frente de la entidad que dirige a los colegiados de la zona

Secundino Soto, ayer, en el estadio Manuel Anxo Cortizo. // Bernabé/Javier Lalín

- ¿Cuál es el estado actual del colegio de árbitros de Lalín?

- Todo se puede mejorar. Actualmente por ejemplo tenemos tres árbitros en Preferente pero ya hace muchos años que no tenemos representantes en Tercera. Hay sin embargo chavales jóvenes,que empezaron hace tres o cuatro años, y que ya están arbitrando en Primera Autonómica. Confío en que puedan terminar llegando a Tercera.

- ¿Tienen cantera entonces?

- Sí. El objetivo es irlos llevando desde que empiezan. Lo que intentamos enseñarles es que esto del arbitraje es una carrera. Empiezas desde lo más abajo y tienes que intentar no quedarte en medio del camino. Esa es la forma de tener gente arriba. Hace unos años el colegio de Ferrol, con unos cuarenta árbitros, tenía uno en Primera y otro en Segunda. Llegar a ese nivel es muy difícil pero nunca se sabe. Creo que es más fácil llegar a ser jugador de Primera División que árbitro de Primera División. En el caso de los árbitros tenemos una criba muy importante de Segunda B a Segunda, cuando se juntan 120 compañeros para cuatro plazas. Después está en handicap de la edad. Siempre van a apostar por árbitros de 23 o 24 años, antes que por uno de 28 o 29.

- Eso implicaría sin embargo comenzar en el arbitraje muy pronto.

- Tengo compañeros de Santiago que son asistentes en Primera y empezaron en el arbitraje con trece años. Con esa edad tienes mucho recorrido, porque con veinte tienes los conceptos bien asimilados. La edad es muy importante en el arbitraje si quieres subir.

- Será sin embargo complicado convencer a un niño de trece años para que sea árbitro.

- Es muy complicado. Siempre se hacen campañas para animar a la gente. Pegas carteles, visitas los colegios... Pero con el tiempo te das cuenta de que eso no funciona. Lo que funciona son las amistades o alguien de la familia que se dedicaba a esto. En mi caso particular empecé por un compañero que me animó y que me dijo que se ganaba algo de dinero. Yo estaba estudiando y no me parecía muy complicado, así que me lancé. Llegué para informarme y el próximo sábado hará 17 años que empecé.

- ¿Cuántos árbitros forman parte actualmente de la subdelegación de Lalín?

- Este año somos 21. Es un buen número. Con los que estamos damos cubierto la carga de partidos que tenemos cada fin de semana. Nosotros cubrimos principalmente la zona de Santiago. Cuando se empezó en el 92 dábamos cobertura a la zona de Pontevedra, donde había muchos equipos. En 2003 cambiamos para Santiago. En la actualidad tenemos mucha más carga de trabajo que antes porque ahora hay mucho más fútbol 8.

- De los árbitros siempre se dice que tienen un trabajo muy duro. ¿Uno llega a acostumbrarse?

- Yo siempre me comparo con los jugadores. Cuando empiezan una temporada lo hacen ilusionados y a nosotros nos pasa lo mismo. A medida que va pasando la competición te vas saturando. La ilusión se renueva de un año para otro. Luego, es algo para lo que tienes que valer y que te tiene que gustar. Cuando empezamos eran otros tiempos. La forma de tratar a los árbitros mejoró en los últimos años. Tienes sin embargo que diferenciar lo que pasa dentro del campo de lo que pasa fuera. A veces vas a partidos de niños que sabes que no van a dar ningún problema. Los problemas vienen de fuera, de los padres. Eso da mucha rabia y hace muy complicado arbitrar.

- Es cierto que desde fuera se nota más respeto hacia los árbitros.

- Sí que lo hay, aunque también creo que vino porque se comenzaron a hacer las cosas de otra manera. Antes podías llevarse un bofetón y te marchabas con él para casa. Ahora, el propio comité te pone un abogado para que denuncies y te protege la Ley del Deporte. Vándalos sigue habiendo, pero ahora se lo piensan más.

- Los equipos de la zona se quejan de los árbitros de Lalín son demasiado duros con ellos, algo que no pasa en otras zonas.

- Los equipos de la zona lo que quieren es que los ayudes, directamente. Deben pensar sin embargo si quieren un árbitro bueno o un buen árbitro. El primero se porta bien contigo y el segundo te da lo que mereces. No es bueno ayudar a nadie en una cosa porque si lo haces mañana te pedirán dos y pasado tres. Tenemos que ser serios. Creo que, en el fondo, todos lo entienden. También es una cantinela que puedes escuchar en otras zonas.

- ¿Se vio alguna vez en una situación apurada en el campo?

- Alguna tuve. Recuerdo especialmente hace años un Barro-Pontecaldelas. Fue un partido sin jugadas polémicas en el que un jugador mandó saltar al campo a sus amigos y vinieron todos a por mí. Si logré salir de aquel campo fue gracias al equipo visitante.

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