- ¿Han pasado sin embargo por diferentes etapas?

- Es cierto, hemos pasado por diferentes etapas pero lo que te queda de todo esto son los recuerdos y los amigos. En un momento dado pudimos tener mejores o peores jugadores, como cuando fuimos a jugar la fase de ascenso a una EBA muy cercana a la ACB. En esa época se consiguieron grandes logros, como ser campeones gallegos júnior. Es porque en un momento coinciden un montón de jugadores de gran calidad y todos encajan. Sin embargo, lo importante, por encima de los resultados, era el ser compañeros e intentar llevarse bien con todos los rivales. Nosotros podemos ir por ahí con la cabeza alta porque en todos lados nos tienen un respeto y una amistad.

- Desde fuera da la sensación de que en su club priman más otros valores que los resultados.

- Para mí, es cierto. Creo que un jugador tiene que salir a la pista para disfrutar, sino lo hace se está engañando a sí mismo y a los demás. Si disfrutas jugando, acabas ganando partidos. Si no disfrutas, terminarás marchándote. Esa siempre fue nuestra filosofía y debe seguir siéndolo. Los resultados no son siempre lo más importante. Lo importante son los jugadores, del primero al último.

- ¿No se cansa usted tras veinte años como presidente?

- Esto es una manera de vivir que vale la pena, una manera alegre que te permite conocer a mucha gente. Como todo, tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero lo bueno es que se compensan.