José Manuel Romero, exjugador del Balonmán Lalín y profesor de Lengua en el María Inmaculada, y Pachi, actual integrante del primer equipo rojinegro, son los encargados de sacar adelante el proyecto de una escuela de balonmano en Silleda. Se trata de una ambiciosa propuesta que pretende incentivar la práctica de este deporte entre los más pequeños de Trasdeza, y que se inició el pasado curso. Este sábado debutan en competición junto a lalinenses y rodeirenses en la liga comarcal de base. "Diogo fue el que me propuso la puesta en marcha de la escuela, y acepté el reto", recuerda Romero, que también destaca el carácter de vivero de jugadores de la misma para la entidad rojinegra que preside Ramón Azurmendi. "La idea es que cuando los críos lleguen a infantiles pasen a formar parte del Balonmán Lalín", apostilla.
Romero y Pachi, a los que también ayuda Iván Rodríguez, capitanean la nave del flamante Balonmán Inmaculada -así es como le llaman al equipo la comunidad escolar del María Inmaculada- integrada por 38 niños y niñas encuadrados en las categorías prebenjamín (6-7 años) y alevines (10-11 años). "El año pasado arrancó la escuela con benjamines de 8 o 9 años, y tan buena acogida que empezamos con 19 niños y terminamos teniendo 30 en los entrenamientos", explica Romero. El alma máter de esta escuela reconoce que todavía el peso específico del fútbol en Silleda entre los más jóvenes sigue siendo muy grande "y por eso muchos de ellos compaginan el balonmano con el fútbol durante el curso". Además de los alumnos del colegio plurilingüe trasdezano entre las filas del primer equipo de balonmano de Silleda que competirá en la liga comarcal se encuentran estudiantes del CEIP de la localidad.
La dependencia del Balonmán María Inmaculada de los del Arena hace que tanto los técnicos como los propios jugadores se afanen en hacerse con una completa formación que permita a estos niños tener futuro en el cuadro de Lalín.
Los responsables de la escuela y del equipo de prebenjamines y alevines confían en que la demanda de balonmano siga aumentando en Silleda y alrededores como sucedió en su momento en otros municipios de Deza como Rodeiro o Agolada, por ejemplo. Romero, Pachi y Rodríguez son optimistas al respecto, sobre todo, después de comprobar el tirón que está teniendo el balonmano en Silleda. Cabe destacar que las niñas se animan cada vez más a calzarse las zapatillas y saltar a la pista. "Creo que ya debemos estar al cincuenta por ciento en cuanto al sexo de los integrantes del equipo", manifestó ayer un Romero que espera que esta iniciativa sirva para que Silleda siga dando jugadores del nivel del recordado Fares, Toxa o Bibián, entre otros muchos trasdezanos que jugaron en el Balonmán Lalín.
