A la fuerza ahorcan en el Agrupación Estudiantil. El presidente del conjunto de Loimil, Arturo Fandiño, anunció ayer la llegada de dos nuevas caras al vestuario después de que las lesiones hayan diezmado al equipo de Gelucho, segundo de la clasificación provisional del Grupo Norte. Se trata del centrocampista de 19 años, Roberto García, que llega al Estudiantil procedente del Órdenes, y del central zurdo del Alondras, Mateo Mariño, que ya militó en el conjunto estradense en anteriores temporadas. La directiva tiene pensado presentar esta noche a ambos futbolistas, a las 21.00 horas, en San Martiño. Además, Fandiño también informó del cambio de horario del próximo partido en Callobre. El Estudiantil recibirá al Laracha a las 12.00 horas "para no coincidir con el Estradense", recordó Fandiño.

En otro orden de cosas, la victoria por la mínima en Paiosaco del pasado domingo mantiene la sonrisa tanto en el cuerpo técnico como en el seno del plantel estudiantil. "Hicimos un partido serio y tuvimos el control desde el primer momento", recordaba ayer Gelucho, que destacó el buen momento por el que están atravesando sus jugadores. En este sentido, el entrenador del Estudiantil piensa que el cuadro de Loimil fue "creciendo poco a poco con un rendimiento excelente en las últimas jornadas". Gelucho también subrayó que "otros equipos llamados a estar arriba no están rindiendo lo esperado, y nosotros estamos jugando sin presión con mucha intensidad" para explicar la flamante segunda posición de la tabla provisional.

Arbitraje casero

El entrenador del Estudiantil rompió ayer su tradición de no hablar nunca de los árbitros para manifestar su descontento con la actuación de Domenech en Porta Santa. "Es la primera vez que hablo de los árbitros porque pienso que el domingo sufrimos un arbitraje bastante casero, que nos cargó de tarjetas en la primera parte, pitó sólo faltas a favor del Paiosaco, por no hablar del penalti", se despachó Gelucho sobre el tema. El técnico del cuadro que juega en San Martiño espera no tener que volver a destacar el trabajo de un colegiado en lo que resta de temporada y seguir con su costumbre de tener que calificar la labor arbitral en cualquiera de los partidos que restan.