Milucho reconocía ayer que había visto "bien" al Lalinense después de la victoria por 28-24 sobre el Octavio del pasado fin de semana durante la disputa de la primera jornada del campeonato. "Fue un partido muy raro por todo lo que se contó en el verano sobre el Octavio y sí que vi a mis jugadores cometiendo errores nada habituales en ellos", explicó el técnico pontevedrés de los de Arena. De todas formas, y como buen profesor que es, Milucho considera que "a nivel general" el Lalinense dio la talla delante de los de la Ciudad Olívica.

El máximo responsable del banquillo lalinista incidió que en el debut liguero "hubo cosas buenas tanto en defensa como en ataque, sobre todo cuando conseguimos darle continuidad al ataque porque entrábamos solos". Sin embargo, Milucho lamentó algo que, según él, puede convertirse en una peligrosa costumbre esta temporada, como es que las parejas de árbitros prolonguen demasiado los ataques contrarios. "Es que en defensa aguantamos hasta que los árbitros quisieron, y que conste que no es ninguna crítica a su labor, pero me temo que va a ser la tónica dominante en nuestros partidos". Porque el técnico rojinegro sabe que "no es fácil hacernos goles; si fuera lo contrario tendríamos un grave problema".

Mono de trabajo

Si algo tiene claro el entrenador del Lalinense es que este año habrá que aplicarse en defensa para poder hacer algo grande. "La clave está en que nos vamos a tener que poner el mono de trabajo para defender", aseguró después de analizar el papel de contención de sus jugadores frente al cuadro académico. De todas formas, Milucho sabe que ese aspecto es fácil trabajarlo con unos jugadores acostumbrados a excelentes balances defensivos desde las categorías inferiores, algo que forma parte históricamente de la filosofía de la entidad lalinense.

Por lo que respecta a lo puramente deportivo, la plantilla regresa esta semana al trabajo con el final de las fiestas patronales para preparar la siempre complicada salida del próximo fin de semana a la pista del Acanor Atlético Novás. Los rosaleiros también vencieron en la primera jornada en casa del Luceros cangués por un marcador de 20-31. Martín es el único tocado entre los dezanos con molestias en un gemelo.