Lalín y Silleda se verán las caras mañana a partir de las 18.00 horas en el estadio Manuel Anxo Cortizo en un derbi de rivalidad atípico. Durante toda su vida, los equipos vecinos han seguido caminos diferentes. Mientras los rojinegros vivieron un rápido ascenso a Segunda B, Tercera y Preferente, donde se han mantenido toda su historia, los trasdezanos encontraron su hábitat en las diferentes categorías del fútbol regional. Estos trayectorias tendrán sin embargo un inesperado punto en común esta temporada, regalando un especial derbi de rivalidad, en el que David sueña con derrotar a Goliat.

El derbi, que se adelanta al sábado por las fiestas de Lalín y para escapar de la jornada electoral, estará marcado por las urgencias de un Lalín obligado a buscar el ascenso y por el momento dulce que está viviendo el Silleda. Los rojinegros, uno de los rivales a batir en la categoría, han comenzado mal su andadura en Primera tras su descenso y solo han sido capaces de sumar tres puntos de nueve posibles, un pobre bagaje para un equipo llamado a estar arriba. Esta situación contrasta con la del recién ascendido Silleda. Los de Javi González intentarán conseguir la permanencia y ha comenzado de la mejor manera posible, con dos victorias en tres partidos.

Al margen de los objetivos y del inicio de temporada contrario, los proyectos defendidos separan todavía más a ambos vecinos. Mientras los rojinegros han optado por reforzarse con jugadores de fuera de la comarca para ganar un plus de potencial a su plantilla, el Silleda se mantiene firme con su idea de apostar por los jugadores de la casa.